CANCÚN.- Un grupo de turistas provenientes de Estados Unidos denunciaron los malos tratos recibidos en el hotel Paradisus Cancún, donde además de sufrir el robo de una cartera, fueron prácticamente expulsados del lugar, debiendo cargar su propio equipaje, por haber solicitado un Uber. Para colmo, al parecer alguien dio aviso a un taxista, quien comenzó a hostigarlos mientras aguardaban.

Dos de las mujeres de este grupo de seis, comentaron que los problemas comenzaron desde el primer día de llegar a este hotel, en el Kilómetro 16.5 de la Zona Hotelera, porque una de las primeras acciones del personal, después de registrarlas, fue venderles una membresía.

Como ellas no aceptaron, durante el resto de la estadía tenían que soportar las malas caras y la indiferencia del personal y recepcionistas, aunque aclaran que en alimentos y bebidas todos fueron muy amables.

Ayer, un día antes de su partida, el padre de una de ellas se desvistió para ir a la alberca, sin percatarse que dejó su cartera en sus pantalones, dentro del cuarto. Cuando regresaron, ya habían limpiado la habitación, pero la cartera había desaparecido.

La familia reportó el hecho con el personal de seguridad en el Paradisus Cancún, pero ellos solo anotaron el hecho, sin dar respuesta alguna, sin ofrecer revisar las cámaras de seguridad o querer contactar a las autoridades.

Pasó un tiempo y al no venir nadie a darle seguimiento a lo ocurrido, fueron de nuevo con seguridad, en donde les dijeron que el caso tomaría “de 48 a 72 horas” en resolverse, sabiendo que ellos regresaban a Estados Unidos al día siguiente.

Molestos, los turistas pidieron un número de reporte para ver el tema con el corporativo, pero el personal se negó.

Esa noche, preguntaron en recepción el costo de un taxi al Aeropuerto y le dijeron que saldría en 200 pesos; sin embargo, al ya retirarse del Paradisus Cancún e indicar que necesitarían un taxi, le dieron un precio mucho mayor.

“Les dijimos que mejor tomaríamos un Uber y se molestaron y dijeron que no podría entrar y que teníamos que bajar a tomarlo”, comentó la extranjera.

Los visitantes tuvieron que cargar su equipaje desde el lobby hasta el bulevar Kukulcán, mientras los botones en lugar de ayudar les reclamaban y decían que tomaran un taxi.

“Yo no entiendo por qué nos decían eso si era nuestro dinero, ya no estábamos en el hotel y si queríamos sentirnos más seguras que con un taxista”, reclamó la turista.

Al llegar a afuera, vieron cómo un taxi llegó a la entrada casi al mismo tiempo que ellos. Este chofer comenzó a hacerles señas para que se subieran. Ellos le indicaron que no, pero el taxista no se movió de lugar y comenzó a hablar con radio.

Para cuando llegó el uber, comenzó a acosarlos para impedir que se subieran en ese vehículo. Las entrevistadas sospechan que alguien en el hotel le dio aviso a este taxista.

“A Cancún si regresaríamos, pero al Paradisus ya no”, comentó con molestia. “El taxista nos hizo sentir muy incómodas, más sabiendo que somos mujeres en México. Todos se pusieron muy agresivos, cuando todos solo buscan llevar el pan para su casa”. (AGENCIA SIM)

 

 

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