CIUDAD DE MÉXICO, MX.- El operativo de captura del narcotraficante Rafael Caro Quintero “no se podría haber llevado a cabo sin la ayuda de la DEA”, afirmó el contralmirante José Orozco Tocaven, jefe de la Unidad de Comunicación de la Marina Armada de México, publicó aristeguinoticias.com.

En entrevista para Aristegui en Vivo, aclaró que ningún elemento de la agencia antidrogas de Estados Unidos estuvo presente en el operativo desplegado en el poblado sinaloense de San Simón.

“Lo que sí existe es un acuerdo de intercambio de información entre la Marina, la DEA y muchas otras instancias de Estados Unidos, así como de otros países como Perú, Chile. Este intercambio de información es el que nos permite a nosotros y a los demás países asegurar objetivos importantes para los intereses de cada país”, expuso el contralmirante.

Orozco detalló que personal de inteligencia siguió los pasos de Caro Quintero por varias semanas antes de montar el operativo para su captura, y explicó que el narcotraficante se movía cómodamente en San Simón, un poblado muy pequeño e inaccesible para los que no son de lugar.

Su objetivo era determinar sus movimientos, su ubicación y sus hábitos. “Una vez que el área de inteligencia tiene bien limitado cuál es el blanco y el momento preciso para asegurarlo. Es cuando entra la Unidad de Operaciones Especiales llegaron en helicópteros de la marina (y) tomaron al objetivo”.

El contralmirante explicó que Caro Quintero intentó darse a la fuga y se escondió en un área de mucha vegetación, pero fue encontrado por un elemento canino detrás de unos matorrales.

“Yo creo que al ver el tipo de fuerza que estaba presente nadie lo auxilio”, explicó Orozco.

La caída del halcón negro

El helicóptero de la Secretaría de la Marina que transportaba a 15 integrantes de las Fuerzas Especiales y se desplomó tras la captura de Rafael Caro Quintero el pasado viernes 5 de julio en Sinaloa, no fue derribado, de acuerdo con la información preliminar del comité investigador, informó el contralmirante Orozco.

Durante la entrevista explicó que, aunque no se encontraron residuos de explosivos ni impactos de armas de fuego en los restos del helicóptero, las investigaciones continúan su curso.

“Hay que revisar (lo que dijeron) los testigos; la caja de comunicaciones; cuál era el prendimiento de los motores; la cantidad de combustible y las horas de vuelo que llevaba el aparato”, sostuvo. (Fuente: aristeguinoticias.com)

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