JALISCO, MX.- Luis Oswaldo Espinoza Marín, dueño de la inmobiliaria Asesores Jurídicos Profesionales (AJP) de Jalisco, se suicidó de un disparo a la cabeza luego de que agentes ministeriales acudieran a su residencia en Zapopan para un cateo, pues fue denunciado por 130 personas de un fraude millonario, publicó infobae.com.
La Fiscalía de Jalisco confirmó que su personal realizaba una inspección en Paseo de los Virreyes Coto 7, antes de las 16:00 horas de este 6 de agosto, pero los agentes del área de Delitos Patrimoniales fueron recibidos a balazos. Supuestamente detectaron al menos dos detonaciones. Se resguardaron y después ingresaron al domicilio, localizando el cuerpo en la cama del primer piso y con una pistola sobre el pecho.
Luis Joaquín Méndez Ruiz, fiscal de la entidad, reportó que al ingresar al inmueble para cumplimentar una diligencia se localizó el cuerpo que coincide con las características de Espinoza Marín, denunciado durante la semana por adeudos que no han sido contabilizados, derivado de las inversiones en la inmobiliaria que encabezaba y cerró de forma intempestiva.
Horas antes de este evento, el mismo abogado de AJP publicó un video en su cuenta de Facebook, donde aceptó su culpabilidad por no poder pagar, luego de sobrehipotecar el dinero que fue invertido por sus clientes. Culpó a dificultades de la pandemia y a una serie de personajes que, supuestamente, amenazaron con causarle daño a él y a su familia.
En el video de cuatro minutos, Espinoza Marín explicó que pudo pagar las prestaciones durante 29 años, pero los últimos cuatro meses se desencadenó una crisis que le impidió cubrir los montos. Como línea principal atribuyó esto al contexto de la emergencia sanitaria por COVID-19.
Deslindó a su familia, compañeros de trabajo, hijos y pareja de cualquier responsabilidad, pues asumió que era el único culpable del fraude. Pidió que no se tomaran represalias contra alguien más y sobre todo, solicitó que lo perdonaran, porque se sentía moral, anímica y físicamente destrozado. Sin embargo, sugirió que debían investigar a otros personajes si había daños colaterales.
Entre los responsabilizados estuvieron Claudia Delgadillo González, a quien acusó por difundir rumores para retirar inversionistas y convertir el caso en una pirámide financiera.
También mencionó a sus clientes, incluso amigos, como Denise Hernández Soto, Antonella Gerini Martínez Gallardo, además de la familia Pérez Álvarez: Evangelina, Ana María y Esperanza. Supuestamente, ellas advirtieron que atentarían contra el primer círculo del dueño de la inmobiliaria.
La Fiscalía de Jalisco reportó que acudir a la casa de Luis Oswaldo Espinoza Marín era una de dos diligencias. Ahí localizaron el cadáver y una nota póstuma. Sin embargo, también se cumplimentó otro mandamiento judicial en la colonia Ladrón de Guevara en Guadalajara.
En este punto se localizaron diversos documentos relacionados con el fraude que serán integrados a la investigación recopilada en los últimos tres días. Pues desde el 5 de agosto acudió un grupo de manifestantes a las instalaciones ministeriales para solicitar que localizaran al dueño de la inmobiliaria y pagara los adeudos.
De acuerdo con las denuncias, la compañía de Espinoza Marín utilizaba el dinero para adquirir bienes inmuebles y los inversores recibían comisiones. Pensaron que era alguien confiable, pues era recomendado por amistades. Incluso señalaron que no habían tenido problemas, hasta que despidió a su personal y ya no respondió esta última semana.
Una persona afectada señaló que invirtió cerca de 500 mil pesos y el interés era cerca del 2 por ciento, superior a lo ofrecido por bancos. Para ello firmaban un aval con un terreno para cubrir gastos, pero todo resultó falso, incluso con prestanombres.
También descubrieron que la garantía eran las mismas propiedades o domicilios para varios clientes. Los rendimientos se obtenían de la venta de casas adquiridas por la empresa y que remodelaba. La mensualidad se retrasó en este 2022 y se ofrecían diversas justificaciones. El contrato otorgado no estaba registrado, al igual que el despacho. Suponen que los afectados serían de 3 mil a 10 mil personas.
Políticos, artistas, futbolistas, además de personajes del mundo del entretenimiento se relacionaban con Luis Oswaldo Espinoza Marín. Algunos mencionaron inversiones de millones y otros indicaron que llevaban años confiando en la inmobiliaria.
Hasta la tarde de este sábado, unos seguían incrédulos de que el supuesto defraudador hubiese muerto e incluso sugirieron que fingió el suicidio, por ello llamaron a seguir las denuncias. Incluso seguían dudando después de ver las fotografías del cuerpo recostado sobre su cama y con manchas de sangre, además del arma. Sin embargo, las esperanzas por recuperar su dinero no eran muchas. (Fuente: infobae.com)