Por Rafael Briceño

CHETUMAL, MX. – Aunque la apertura de la zona arqueológica de Ichkabal fue un compromiso de campaña para detonar el desarrollo turístico de la zona sur, el gobernador Carlos Joaquín González aclaró que hubiera sido un atractivo más por lo que, ante la imposibilidad de echar a andar el proyecto, se optó por Bacalar.

De acuerdo con las proyecciones de la administración estatal, la apertura de la zona hubiera generado una derrama económica de mil 500 millones de dólares en los primeros años de operación.

Reconoció que desde un principio Ichkabal tuvo problemas de tenencia de la tierra y los recursos destinados por la Secretaría de Hacienda durante la gestión del ex presidente Enrique Peña Nieto no fueron suficientes para lograr la expropiación de 108 hectáreas en la gestión que realizó el Instituto Nacional d Antropología e Historia (INAH).

Sin embargo, afirmó que los trabajos de investigación continúan en la zona y no hay fecha para el cierre de negociaciones con los ejidatarios.

Joaquín González señaló que ante la imposibilidad de abrir la zona arqueológica y convertirla en un atractivo más, Bacalar se convirtió en el detonador turístico del sur de Quintana Roo al triplicar el número de hoteles y habitaciones, mantener una ocupación del 90 por ciento y la inversión que se realiza con el Tren Maya aumentará ese desarrollo.

Cabe recordar que en el 2018, el gobierno del Estado tuvo que devolver a la Federación 24 millones de pesos destinados para impulsar la apertura de la zona arqueológica ya que no se pudo alcanzar acuerdos con los ejidatarios respecto al valor de la tierra ya que se les ofreció dos millones de pesos pro hectárea.

Incluso en el 2016, el gobierno del Estado firmó un convenio con el INAH por la cantidad de 11 millones 080 mil 682 pesos de procedencia federal y 200 mil pesos del orden estatal para la elaboración del proyecto de viabilidad y factibilidad de la zona arqueológica de Ichkabal.

Incluso se destinaron 94 millones de pesos para la construcción de una carretera desde el crucero del Suspiro hasta Ichkabal pero que, finalmente fueron destinados parta la construcción de pozos de absorción, según denunció en su momento el comisariado ejidal de Bacalar, Luis Chimal Balam.

Los ejidatarios de Bacalar responsabilizaron a la entonces secretaria de turismo, Marisol Vanegas de la pérdida de recursos y el fracaso en las negociaciones sobre la tenencia de la tierra. (Noticaribe)

 

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