Para no quedarse atrás, restaurantes fijos en esta avenida también sacan sus mesas y sillas a la calle. La situación es tal que en varios puntos el transeúnte debe bajar al arrollo vehicular para poder pasar.
Cancunenses ya tienen el hábito de acudir a esta avenida por la noche en busca de algún “antojo”, por lo que la competencia no deja sino aumentar, al surgir más carritos de hamburguesas, hot dogs o tacos.
Una consecuencia de toda esta venta, es la gran cantidad de basura que queda en bolsas desbordantes sobre las banquetas, las que rápidamente se transforman en festín para perros y gatos, que desparraman todos estos desperdicios. (Agencia SIM)