CIUDAD DE MÉXICO, MX.- La creciente inflación provocó que en agosto los retiros por desempleo que los trabajadores mexicanos realizaron de su cuenta de ahorros para el retiro, alcanzaran un máximo en el año de más de  2 mil millones de pesos, publicó razon.com.mx.

Por la misma causa, en el país, el 55 por ciento de los mexicanos ha variado o suspendido hábitos de consumo, principalmente lo que algunos consideraban “lujos” como ropa, productos de belleza, dispositivos tecnológicos; igualmente están empezando a comprar a granel, para obtener algún ahorro.

En el primer caso, de acuerdo con la Comisión Nacional del Sistema de Ahorro para el Retiro (Consar), los retiros registraron un crecimiento nominal de 6.55 por ciento respecto a igual mes del año pasado, cuando la cifra se ubicó en mil 954 millones de pesos.

El monto, además, es el registro más alto para un mismo mes desde que se tiene registro y es el segundo más alto desde febrero del 2020, cuando inició la pandemia de Covid-19; sólo después de octubre del año antepasado cuando los trabajadores retiraron por este concepto 2 mil 094.9 millones de pesos.

En general, estos recursos fueron solicitados por 169 mil 437 personas, durante el mes, lo que significa que cada uno retiró en promedio 12 mil 288.9 pesos.

Los recursos sacados de las Afores aumentaron 6.29 por ciento en agosto respecto a julio, cuando los trabajadores dispusieron de mil 958.9 millones de pesos tras quedarse sin empleo.

De manera acumulada, de enero a agosto de este año, un millón 268 mil 812 personas desempleadas solicitaron 14 mil 824.33 millones de pesos a su Afore, con un crecimiento nominal de 3.22 por ciento respecto al mismo periodo de 2021 y un monto promedio de 11 mil 683.6 pesos cada uno.

 

Si bien los recursos ahorrados por los trabajadores sirven como apoyo, la cantidad de la que se puede disponer no es tan alta para cubrir las necesidades, ya que en promedio, cada retiro es de 11 mil pesos y éstos se pueden realizar una vez cada cinco años, además de que el costo de hacerlo va más allá del monto del que se dispone, al afectar la pensión que recibirán en un futuro, una reducción del tiempo de cotización al sistema de ahorro, entre otros.

 

No obstante, en un momento en el que la inflación se ha elevado hasta niveles no vistos en más de 20 años, ésta es una de las vías que tienen los trabajadores de enfrentar el encarecimiento de productos básicos, en un entorno donde además, se observa un crecimiento importante en la informalidad, luego de la precariedad y falta de oportunidades formales.

 

Sobre el consumo, una encuesta realizada por la consultora EY arrojó que el 55 por ciento de los mexicanos usa su presupuesto familiar para adquirir solamente productos esenciales y se decantan por marcas más económicas.

“Las personas están migrando a marcas más económicas (downtrading) y vuelven a las tiendas a medida que priorizan lo esencial en medio del encarecimiento del costo de vida”, señala.

En el último año los consumidores han mostrado menos interés en tendencias relacionadas con moda y belleza, pues mantienen la rutina adoptada durante la pandemia cuando requerían un menor uso de este tipo de productos.

Asimismo, se observa que hay menos interés en las innovaciones tecnológicas dentro de los bienes de consumo duradero, pues tratan de maximizar el valor de lo que poseen actualmente.

Poco más de la mitad de los encuestados por EY dicen estar preocupados por el aumento en el costo de los comestibles y otros productos básicos del hogar.

En suma, el estudio de Tendencias de consumo de los hogares mexicanos en el segundo trimestre del año 2022 de Kantar señala que el consumo desde casa se volvió más responsable y disminuyó en especial por el precio.

Los precios de los productos impactaron la canasta de consumo, explica el reporte y, coincide con EY en cuanto a que el segmento de cuidado personal ha sido el más sacrificado, mientras que la compra a granel ganó terreno.

Ante una situación como la alta inflación, otro análisis ahora de NielsenIQ, señala que de los consumidores mexicanos, 86 por ciento percibe un impacto en el empleo, 52 por ciento se encuentra en una situación financiera empeorada y 67 por ciento declara un impacto negativo en sus ingresos familiares.

De igual forma, aunque durante la pandemia se vio un auge en las compras en línea, 38 por ciento dijo que gastará menos en estos servicio en los próximos tres a cuatro meses.

En suma, los mexicanos también están poniendo más atención en el costo de la luz, el gas y el agua. (Fuente y gráficos: razon.com.mx)

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