CANCÚN, MX.- Una conciliadora laboral fue despedida injustificadamente por la directora del Centro de Conciliación Laboral de Quintana Roo, Guillermina Corona, y el delegado de Benito Juárez, Eduardo Alberto Cicero Solís, quienes están usando al Centro para realizar prácticas discriminatorias contra los trabajadores, favoreciendo además a las empresas a solo un año de la apertura del Centro.
La directora que hace un mes ocupa ese cargo por designación de la Secretaria del Trabajo, primero solicitó a la conciliadora que firmara una renuncia, y cuando se negó a hacerlo la despidió sin darle ninguna explicación, incluso la amenazó con sacarla del edificio y le dijo que tomara sus cosas y se fuera y que no se le pagaría nada porque era una “persona de confianza”.
La conciliadora Georgina Paredes es madre soltera de dos hijos a los que ella mantiene y ha ocupado cargos como juez cívico antes de concursar para la plaza de conciliadora laboral, lo que consideró, fue la razón por la que la directora y el delegado la despidieron porque “no tenía compromiso con el Centro”.
“Aunque todo empezó al no seguir las instrucciones de Guillermina Corona de darle preferencia a las empresas y no a los trabajadores y porque “comenté que estaba en una terapia psicológica y que me sentía agotada, que nos dieran un curso de Sefiplan para todo el personal y actividades recreativas y que se planearan las vacaciones adecuadamente para evitar agotamiento”.
La conciliadora contrató a un notario para que diera fé del despido injustificado y la entrega de sus expedientes, ya que temía ser acusada de sustracción de documentos públicos o de pérdida de los mismos.
Guillermina Corona, apenas tomó su cargo, ordenó a las conciliadoras que no se hicieran cálculos distintos a los que llevaran escritos los abogados, sobre todo los de su despacho que atiende en su oficina en el primer piso del CCLQROO porque los trabajadores “tenían suerte” de que la empresa les alguna cantidad de dinero, también dijo que las propuestas de los conciliadores para los trabajadores acuden a audiencia, solo serían de 30 días de liquidación y no de 60 ni 90 días, porque los trabajadores no sabían cuanto les tocaba y que estaba prohibido informarles si la empresa ya los tenía convencidos.
El delegado del CCLQROO, para presionarla a renunciar, obligó a un conciliador y a una secretaria a firmar como testigos en contra de la conciliadora, aunque no estaban cerca de ella en su lugar de trabajo, ya que ella laboraba en el tercer piso y ellos en el primero y segundo. Uno de ellos le pidió disculpas por firmar un acta ilegal de la que a ella no le dieron vista
El organismo que debería ser ejemplo de buenas prácticas en materia laboral, se convirtió en el principal acosador de sus conciliadores, a quienes exige horarios de más de 12 horas, pero dando la orden de que se cheque biométricamente a las 4 de la tarde para no generar horas extras porque no se les pagarán
Los trabajadores son obligados a comprar sus materiales de trabajo y el agua para beber y el papel de baño, tienen malas condiciones de trabajo en las que son discriminados y sin un tiempo para comer y con exigencias de hacer mas audiencias de las programadas y con trabajos administrativos que propiciaron enfermedades físicas en los conciliadores, quienes no pueden salir del edificio ni en hora de comida sin el permiso escrito de Guillermina Corona.
El delegado Eduardo Cicero fue señalado por usar la influencia de sus padre panista René Ciceros y su madre ex diputada Eugenia Solís para amedrentar a los trabajadores, a los que les muestra fotos de su familia diciendo que ya la gobernadora autorizó que continué al mando de la delegación Benito Juárez, obligando a los conciliadores a realizar prácticas ilegales para poder deshacerse de ellos y atraer a abogados amigos de sus intereses, ajeno al principio de imparcialidad que la ley señala para el Centro de Conciliación.
Los conciliadores han trabajado en días inhábiles y a esta fecha no tienen autorizadas vacaciones, como dicta la ley, lo que usan como una medida de presión contra ellos, a los que les imponen sus propias leyes. (Noticaribe)
pues ahora que sientan los burócratas lo que siente un trabajador que es despedido injustamente de un empresa, ustedes se sienten dioses y entorpecen la impartición de justicia
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