Por Itzel Chan

MÉRIDA, MX.- El bloqueo de los acceso carreteros a Chichén Itzá ha sido la última acción para llamar la atención de autoridades federales y del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), pues campesinos, ejidatarios y artesanos de zonas aledañas denuncian que en sí las problemáticas se arrastran desde hace ocho años.

“Hace tres años hicimos una denuncia ante el Palacio Nacional, hemos tocado todas las puertas para denunciar el atropello que vivimos y nadie nos hace caso. El bloqueo es lo último que haremos porque no estamos pidiendo nada del otro mundo, estamos pidiendo acciones para mejorar la convivencia entre las autoridades y los artesanos, ejidatarios, prestadores de servicio y campesinos”, compartió Arturo Ciau, representante de los manifestantes.

Para él y el resto de los habitantes que han salido a manifestarse la corrupción permea en la administración que lidera Antonio Santos Ramírez al frente de Chichén Itzá.

Ciau expuso que entre varios motivos, piden la destitución de Santos porque realiza acciones que favorecen sólo a unos cuantos, por ejemplo: permite la realización de ceremonias clandestinas y autoriza el ingreso a turistas sin boleto y fuera de tiempo, además que les permite el ingreso a zonas que están prohibidas y algunos escalan las pirámides bajo el argumento de ser investigadores.

Sumado a estas situaciones, los ejidatarios exigen hoy trato digno y la oportunidad de trabajar en sus propias tierras.

“Pedimos un trato digno, que nos traten con respeto; exigimos que cesen los hostigamientos por parte del director y que nos deje trabajar en paz”, agregó.

Para ellos, la llegada de la Guardia Nacional a la zona es una forma de amedrentarles, a pesar de que el INAH aseguró que es para resguardar el sitio y brindarles seguridad a los visitantes en medio de las protestas.

“Consideramos que la Guardia Nacional la utilizan para fines del director y no para servir al pueblo”, aseguró.

Para los habitantes de Pisté, San Felipe y Xcalacoop la protesta es por problemas que se han presentado desde hace ocho años, pues desde ese tiempo están inconformes porque no pueden trabajar sus tierras.

“No nos dejan sembrar en las tierras de nuestros terrenos que colindan con Chichén Itzá porque supuestamente es sitio de monumentos, pero tampoco nos dejan vender y cómo quieren que sobrevivamos si no tenemos un sueldo. Toda actividad que se emprende, la clausuran”, describió.

Calificó también al director como impositivo y autoritario porque no han conseguido un diálogo abierto con él y cansados de la situación, piden su destitución, alegando también que sólo beneficia a unas cuantas personas, sobre todo, agencias con las cuales ya tienen convenios de colaboración, lo cual priva de trabajo para los guías de turistas locales.

Director de Chichén Itzá prepara demanda

Por su parte, Marco Antonio Santos, director de Chichén Itzá prepara una denuncia en contra de las personas que sean responsables de señalamientos y amenazas en su contra, pues asegura que su trabajo se ha apegado a las leyes mexicanas, como el hecho de preservar el patrimonio cultural.

“Se trata de difamaciones en mi contra por hacer bien las cosas y por tratar de llevar un control”, aseveró.

Este jueves, Chichén Itzá no recibió ni un turista y de acuerdo con cifras del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) a estas alturas serían aproximadamente 20 mil las personas que habrían llegado en una temporada normal. (Noticaribe)