Por Itzel Chan
MÉRIDA, MX.- Para quienes habitan en el extranjero y en otros estados de la república mexicana, Yucatán es uno de los sitios anhelados para sus casas de retiro y esto ha llevado a que empresas turísticas e inmobiliarias busquen desarrollar muy cerca de la costa, lo cual pone en riesgo el ecosistema.
Carla Escoffié Duarte, directora del Centro de Derechos Humanos de la Facultad de Derecho de la Universidad de Monterrey y abogada especializada en derecho a la vivienda y derecho a la ciudad, ha desarrollado investigaciones en Yucatán y confirma que actualmente hay una sobredimensión del mercado inmobiliario.
“Hay una lógica de querer explotar y desarrollar en la playa que tiende a ser como Quintana Roo, por ejemplo, están llegando personas canadienses y estadounidenses o gente de otros estados que les encantaría vivir aquí y preparan sus proyectos de retiro”, expone.
La especialista registra que el ‘boom’ inmobiliario en Yucatán comenzó alrededor de los años 90’s y en este proceso igualmente se ha observado que la mayoría de los pueblos indígenas no están de acuerdo con los desarrollos que llegan a sus comunidades, pero pese a esta inconformidad, se realizan.
Al contar con diversos atractivos turísticos, Yucatán es capaz de ser promocionado a nivel nacional e internacional y esto a la vez incentiva que más personas quieran venir a vivir a esta zona del país que además, es calificada como una de las más seguras.
“Cuando dicen: mira cómo están estos paisajes, mira esta zona arqueológica, mira qué bonito es aquí, mira esta playa, entonces cómo no vas a invertir acá”, comenta.
De esta manera, el mismo Gobierno de Yucatán ha lanzado campañas que invitan de forma indirecta a las personas a vivir de este lado del país, aún cuando esto conlleve la afectación a ecosistemas.
“Turísticamente toda la Península de Yucatán es explotada a tal grado que vemos fenómenos que se dan sobre todo con la especulación en lugares apartados de la ciudad o en las playas, entonces llegan personas con cierta capacidad económica”, describe.
A manera de ejemplo, menciona lo que sucede en Sisal, en donde la mayoría del agua es extraída desde los cenotes y al llegar cada vez más desarrollos inmobiliarios o turísticos, entonces hay una sobresaturación de este servicio.
“Ha habido ya problemas de agua desde hace años que se han ido intensificando con la industria turística y el desarrollo inmobiliario porque todos estos proyectos implican un mayor consumo de agua”, resalta.
La especialista en los temas de vivienda, dijo que por ejemplo, cerca de las costas se puede ver un fraccionamiento de 100 lotes y pudiera pensarse que con eso es suficiente, pero a la vez, esto propicia que cada vez haya más construcciones de este tipo, por lo tanto, arriban más familias.
A la vez, las construcciones en Yucatán también traen detrás otros fenómenos como posiblemente el lavado de dinero.
“Hay mucho interés de todo tipo y tanto el turismo como el sector inmobiliario permiten el lavado de dinero porque pues una vez que tienes un terreno y aunque esté vacío o construyes un edificio y aunque esté vacío, pues fácilmente puede aparentar que están para una actividad cuando hay lavado de dinero de por medio”, menciona.
Yucatán cuenta con lugares paradisiacos y muchos de descanso, que actualmente son puntos muy vulnerables ante estos fenómenos. (Noticaribe)