Aparecen contagios de leishmaniasis, o úlcera del chiclero, entre trabajadores de los proyectos presidenciales del Tren Maya y el aeropuerto internacional de Tulum

0
2277

Por Rafael Briceño

CHETUMAL, MX. – Aunque no resulta contagiosa pero si tiene impacto por sus efectos mutilantes, trabajadores de los proyectos federales del Tren Maya – desde Peto, Yucatán, hasta Xpujil, Campeche – y el aeropuerto internacional de Tulum padecen de leishmaniasis, mejor conocida como úlcera del chiclero, transmitida por la picadura de la mosquita blanca o de arena, que se encuentra en la selva.

Hasta el momento, unos 500 casos se han reportado aunque el número puede alcanzar los 2 mil al intensificarse los trabajos y el número de personas contratadas para lograr que ambos proyectos sean entregados en diciembre de este año, de acuerdo con reportes de médicos que atienden a los pacientes.

Explicaron que si bien los trabajadores de ambos proyectos federales, considerados prioritarios por el presidente Andrés Manuel López Obrador, cuentan con seguridad social el problema es que el medicamento glucantime – recomendado para tratar la afectación – es distribuido por la Secretaría de Salud federal y en estos momentos se encuentra detenido por trámites administrativos en la aduana Federal.

Aunque en estos momentos, trabajadores afectados comenzaron a migrar a sus lugares de origen, ya que las instituciones médicas donde fueron dados de alta se han desentendido por la falta de medicamento.

Manifestaron que incluso el personal de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) – que tiene a su cargo la contratación de trabajadores para realizar ambos proyectos – tienen conocimiento de la problemática y han hecho las gestiones correspondientes aunque no han logrado incidir para la liberación del medicamento.

Aclararon los médicos que la leishmaniasis o úlcera del chiclero se contrae únicamente a través de la picadura de la mosquita blanca al internarse los trabajadores en la selva y no es contagiosa de persona a persona, pero tiene un impacto por sus efectos mutilantes. Además del impacto económico por las incapacidades médicas.

Los casos se han detectado en trabajadores que realizan desmonte, ingenieros y biólogos desde Peto, Yucatán, pasando por los lugares de Quintana Roo hasta Xpujil, Campeche. (Noticaribe)

Comentarios en Facebook