“MANEJABAN UN BAJO PERFIL, PERO ERA UN FRAUDE: Pueblo maya de Ixil logra detener un megaproyecto inmobiliario de ‘lotes de inversión’ de 712 hectáreas; con su lucha han protegido más de 6 mil hectáreas

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Por Itzel Chan

MÉRIDA, MX.- El pueblo maya de Ixil se ha unido para defender su territorio y así, recientemente lograron que el proyecto ‘Aludra’ de 712 hectáreas fuera detenido, esta cantidad de terreno se suma a otras 6 mil hectáreas que han logrado proteger ante la amenaza de proyectos eólicos y desarrollos inmobiliarios.

El proyecto que logró vender lotes de inversión hasta en 300 mil pesos o más, se promocionaba en silencio, ya que en la comunidad nadie sabía.

“Manejaban un bajo perfil. Nos pusimos a indagar y pedimos a alguien que mostrara interés en comprar un lote y le mandaron información incluyendo supuestamente la certeza jurídica de los terrenos y una serie de documentos emitidos por las autoridades municipales”, explicó Sergio Oceransky, de la Fundación Yansa.

El proyecto pretendía vender 712 hectáreas del pueblo de Ixil y al tener este dato, los habitantes con el acompañamiento de Fundación Yansa, pidieron información a la presidenta municipal Sandra Pech Chi, quien no ha dado respuesta en relación al proyecto.

Al ver que ya comenzaban a abrir caminos y talar árboles, los habitantes procedieron a interponer una denuncia ante la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) y así se abrió un expediente con número PFPA/37.7/2C.28.2/0103-22.

De igual forma, acudieron a la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) en donde les informaron que no hay una Manifestación de Impacto Ambiental (MIA) sobre este proyecto.

Al reunir todos estos elementos, la Profepa procedió a suspender el proyecto, bajo la advertencia de que si llega a retomar actividades, la empresa Gamkov -a la que pertenece el desarrollo- podría recaer en un delito federal.

Además, los habitantes indican que la venta de estos lotes podría recaer en fraude en medio del auge inmobiliario en el que se encuentra Yucatán, ya que se construiría una ciudad en medio de la selva en terrenos que no tienen acceso a agua ni drenaje.

Esto sumado a que Mario Hugo Resenda Vergara, quien se ostentó como representante legal de la empresa Gamkov, se negó a recibir la orden de inspección de Profepa, bajo el argumento de que el proyecto inmobiliario ‘Aludra’ no era de dicho grupo.

“También otra muestra de que esto puede ser un fraude es que trataban de vender tierras que no son de ellos, son tierras ejidales”, añadió Sergio.

Para el activista también es importante mencionar que en el norte de Ixil hay una franja de terrenos de alto valor ecológico, pues se identifica manglar, sabana y caliche, vegetación compleja e importante en Yucatán.

“Hemos visto que hay intereses económicos que se han intentado meter en estas tierras”, agregó.

A manera de recuento, dijo que se trata de varias victorias las que tiene el pueblo de Ixil, porque han detenido la privatización ilegal de 5 mil 300 hectáreas de tierras ejidales en los que buscaban instalar proyectos eólicos, así como las familias Abimerhi y Millet buscaban ocupar ilegalmente 260 hectáreas que los habitantes usan para sus sembradíos.

A estos logros se suma lo que han hecho ahora al detener el proyecto ‘Aludra’, mismo que logró vender terrenos y otros más, están apartados.

Para Karla Flores, integrante de los Defensores del Territorio Ixil, es importante cuidar los terrenos porque concentran selva importante, además, en el caso de los manglares, tienen claro que les protege de huracanes e inundaciones.

“Nos preocupa mucho que vayan a talar nuestra selva y que hagan condominios, entonces ¿en dónde se va a retener el agua? ¿qué va a pasar si deforestan todo?”, compartió.

Guillermo Yam Ek, también miembro de esta agrupación y habitante de Ixil, expuso que es un gran logro el hecho que puedan proteger sus tierras.

“Nos sentimos contentos porque amanece y entonces sabemos que podemos ir a nuestra parcela y trabajar sin que nos hayan quitado ese lugar. Para nosotros la tierra es nuestra vida y si nos quitan la tierra ¿en dónde vamos a cultivar?”, agregó.

Después de la cancelación de este último proyecto, las y los habitantes de Ixil buscan que la zona sea un Área de Conservación Comunitaria y ya han comenzado los trámites ante la Semarnat. (Noticaribe)

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