Por Itzel Chan
MÉRIDA, MX.- El crecimiento que tiene actualmente la ciudad de Mérida y su relación al desarrollo inmobiliario y venta desmedida de lotes de inversión, le lleva a seguir ejemplos de Monterrey, Guadalajara y Ciudad de México, ciudades que ya enfrentan retos ambientales y una falta de acceso a la vivienda digna.
“Mérida le está siguiendo los pasos a Monterrey, Guadalajara y Ciudad de México, ciudades que hablan de verticalidad para hablar de ciudades compactas, pero a veces el sistema de transporte es el que compacta a las ciudades. Las ciudades sí necesitan construir viviendas, pero hay que preguntarnos ¿qué tipo de viviendas necesitamos? ¿qué tipo de verticalidad necesitamos? ¿qué tipo de sistema de transporte requerimos?”, mencionó Carla Luisa Escoffié Duarte, presidenta del Centro de Derechos Humanos de la Facultad Libre de Derecho de Monterrey.
Durante su conferencia ‘Derecho a la vivienda: el panorama actual en México’, compartió datos que posicionan a Mérida y todo Yucatán en una situación complicada en este tema, ya que por ejemplo, dijo que en el estado hay 100 mil lotes de inversión aproximadamente.
“Hay más lotes de inversión en Sisal por ejemplo, que personas viviendo en el municipio. Este número es también un poco superior al número de personas que han llegado a vivir a Yucatán en los últimos 10 años”, precisó.
A la par del desarrollo inmobiliario y la venta de los lotes de inversión, también Escoffié mencionó que ya es evidente el impacto ambiental al que es sometido el territorio e igualmente se ha registrado el aumento de asentamientos irregulares en Mérida, dentro de ellos uno de los más conocido es ‘El Roble’, en Mérida.
“Mayormente ahí viven personas que vienen a trabajar en industria, construcción de desarrollos inmobiliarios y hoteles y otro tipo de trabajos precarizados en los que nunca se plantean opciones de vivienda para estas personas porque lo ven como un esquema de: queremos que vengas a trabajar, pero no me interesa en donde vas a vivir”, aseguró.
La especialista sugirió que hay que dejar de ver a las ciudades como un producto arquitectónico porque son hábitats.
“Estamos decidiendo el hábitat de nuestra ciudad y esas decisiones son políticas; estamos haciendo una priorización de lo que creemos que es urgente y prioritario en nuestra ciudad, pero estos temas tienen que hablarse más, no sólo desde el punto de vista arquitectónico porque es el lugar donde vamos a vivir”, apuntó.
“Pero si seguimos cayendo en esto, vamos a seguir dejando las decisiones en manos de personas que han decidido el desarrollo inmobiliario desde los 90’s, en quienes creyeron que desde que murió el oro verde del henequén, seguía el oro de asfalto”, añadió.
Si estas situaciones no se controlan a tiempo, Yucatán en un futuro comenzaría a presentar los problemas que ya tienen grandes ciudades como por ejemplo, Ciudad de México, considerada un ‘foco rojo’ en muchos aspectos, ya que esto conlleva al mismo tiempo desalojo forzado, dificultades en arrendamiento o por ejemplo, en Monterrey atraviesan una delicada situación de escasez de agua.
En Valladolid cobran renta en dólares
La situación igualmente del crecimiento de desarrollo inmobiliario, conjuntado con turismo desmedido ha llevado que sitios en México como Puerto Vallarta y Valladolid las rentas sean cobradas en dólares.
“Estos fenómenos comienzan a darse en ciudades pequeñas, en donde ya hay problemas para acceder a la vivienda. Por ejemplo, en estas zonas ya comenzaron a cobrar las rentas en dólares ante la denominación de ‘Pueblo Mágico’ porque igualmente surgió un auge de ‘Airbnb’”, explicó.
Para la especialista es urgente que haya más regulaciones en el tema de desarrollo inmobiliario y que Yucatán no sólo sea vendido como un sitio ‘instagrameable’ sino que sea visto como un hábitat en el que las personas merecen un acceso a la vivienda digna. (Noticaribe)