Por Edgar Rodríguez Cime
Cuando propuse a la FILEY dos eventos mayas: presentación y obsequio de libro sobre Kanek y, sobre todo, la conferencia Revolución Cultural Maya, para mostrar avances internacionales del arte nativo, me rechazaron ésta, como algo sin importancia. En protesta, retiré la primera propuesta. Increíble: en el siglo XXI, siendo Yucatán maya, todos los eventos del idioma español sean priorizados.
Todavía no digería este atraso en la mente de los organizadores, cuando el doctor en lingüística Fidencio Briceño Chel, uno de los presentadores del libro sobre Kanek, me confirmó los “filtros” para textos mayas, pues también le negaron la presentación de cuatro libros bilingües de su propia organización, con sede en Izamal, por “presentar tarde la propuesta”. Los dzulo´ob están muy activos rechazando literatura originaria de Yucatán.
Lo mismo opinó el milpero, comunicador e ingeniero Bernardo Caamal Itzá cuando habló sobre una red de intelectuales mayas en whatsapp que se cuidan de no levantar demasiado la voz ante el poder dzulo´ob, quienes luego de incluirlo lo sacaron por “hablar de política” (independiente), con lo cual no simpatizan escritoras y escritores que forman el grupo.
Bernardo lo recordaba hace unos soles: existen tres grupos mayas. Dos “orgánicos”, o sea, cuidan no enfrentarse al poder cultural, económico o político: los seguidores de Feliciano Sánchez Chan, ex funcionario y poeta que recién acaba de publicar con el apoyo de los diputados estatales, y el de la UADY, formado por “mayistas” (Cristina Leirana) y “mayeros” (hablantes del idioma maya yucateco), como Miguel Güemes Pineda; más el de los radiocomunicadores nativos, con voz crítica. Al parecer, gente de la UADY selecciona las participaciones mayas.
Hoy, que la Nación Maya vive una etapa de renacimiento: del poeta internacional, propuesto para Nobel de Literatura, Humberto Ak´abal (+), kakchiquel, de Guatemala, al multipremiado narrador de Campeche, Méjico, Jorge Cocom Pech, pasando por la laureada actriz María Mercedes Coroy, triunfadora en Europa y Estados Unidos, los intelectuales mayistas y mayeros clarifican posiciones: “orgánicos” o “críticos”.
Esta política anti maya, recuerda antecedentes que se remiten al trato dado a otros autores nativos. Cuando Sol Ceh Moo, novelista maya, presenta su innovadora y laureada opera prima Solo por ser mujer, la Secretaría de Cultura en vez de proponer a escritoras y escritores con experiencia en novela, pusieron a dos escritores mayas especializados en “teatro”.
Cuando el reconocido cuentero maya Santiago Domínguez Aké publica su obra maestra en narrativa El pájaro sabio I, dejó en manos de la Secretaría de Cultura su presentación. Triste me comentó por teléfono de la “sucia jugada” que le hicieron: ¡a los promotores de la cultura en Yucatán se les olvidó la fecha y no invitaron a nadie ese día!
Hace unos soles, la editorial Oblícua, de Barcelona, Cataluña, España, me propuso la coedición al 50 por ciento del texto donde se muestran los resultados del actual “boom” literario maya, de fines del siglo XX a inicios del XXI, de alcances internacionales para autores nativos de la nación maya contemporánea, la cual se negó a apoyar el gobierno de Yucatán (el gober Vila ni caso hizo de mi protesta). Por eso, nadie sabe del tremendo desarrollo de la literatura maya.
Hoy, la FILEY arremete de nuevo contra la producción intelectual de la nación.