CANCÚN, MX.- Hace tres años, sujetos armados sacaron a la fuerza al joven Jorge Armando Kiau Rodríguez de la discoteca Emporio, ubicada en la plaza Infinity, sin que hasta la fecha se sepa de él. La Fiscalía General del Estado cateó dos domicilio en Bonfil, donde se presume que fue llevado, pero no efectuó labores de búsqueda, ni siquiera analizaron una mancha de sangre hallada en uno de estos lugares.
Lo anterior fue denunciado por la madre de este joven, Luisa Rodríguez Canto, quien hoy encabezó una manifestación afuera de la Fiscalía General del Estado, acompañada de otras madres de personas desaparecidas, quienes revelaron que han abandonado las mesas de trabajo formadas por el Gobierno del Estado para atender sus casos, por ser una “pérdida de tiempo”.
Sumado a ello, también se separarán de la agrupación “Verdad, Memoria y Justicia”, para iniciar una propia.
Fue hace dos años que la Fiscalía General del Estado halló una mancha de sangre en uno de los domicilios que cateó en Bonfil, pero increíblemente todavía no tienen los análisis químicos de la misma, pues por mucho tiempo no la habían solicitado, pero luego, por obligación de la víctima, la enviaron a laboratorio, en donde ha permanecido en espera.
De los dos cateos realizados en Bonfil, en domicilios que se sospecha fue donde este joven fue llevado, uno es en una propiedad de grandes dimensiones, con caballerizas y áreas de vegetación, en donde pudiera existir una fosa. Pese a ello, la Fiscalía no efectuó ninguna búsqueda del terreno, y ahora se ignora si estas propiedades siguen aseguradas.
No es el único caso. En el caso de la menor Fernanda Cayetana, fueron hallados fluidos biológicos y posible sangre en el domicilio del ya detenido “taquero”, quien se cree que se llevó a la menor. Aunque fueron recolectados hace casi seis meses, hasta ahora tampoco hay estudios de estas muestras.
Daisy Blanco, madre de Fernanda Cayetano, sufre la impotencia de saber que quien presuntamente se llevó a su hija está detenido, pero supuestamente no quiere hablar, por lo que todavía ignora su paradero. De acuerdo a ella, este hombre ya habló, pero la Fiscalía no quiere decirle a ella lo que dijo.
También presente en esta manifestación estaba María Dolores Patrón Pat, madre de Francisca Mariner Flores Patrón, desaparecida desde hace dos años y siete meses, quien lamenta que pese a que ellos investigaron y lograron obtener los elementos para detener a su presunto victimario, quien está vinculado a proceso, la Fiscalía no avanza en las investigaciones y corren el riesgo de que no puedan lograr su condena.
En su caso, pesa la gravísima omisión de la Fiscalía General del Estado, quien no solicitó los datos del celular de la víctima, ni de su presunto victimario, durante dos años que duraron en la empresa de telefonía. Hoy ya desaparecieron y cualquier posible indico que pudieron brindar se perdió para siempre.
Fabiola Cortés Miranda, abogada de estas mujeres, comentó que le solicitarán al juez que obligue a la Fiscalía a que efectúe los actos de investigación que les han pedido y que no ha querido hacer.
Luisa Rodríguez Canto, madre de Jorge Kiau aseguró que las mesas de trabajo creadas luego de sus anteriores manifestaciones, por la falta de resultados, solo han servido para que los funcionarios puedan “zafarse”, ya que en cada reunión solo dicen que están trabajando, sin que vean resultados reales.
“Siento mucha rabia e impotencia. La gobernadora se comprometió a revisar nuestros casos más de cerca, pero hasta ahora nada”, afirmó.
A su parecer, en este caso hay ministeriales involucrados y la Fiscalía en lugar de investigar, los ha protegido.
“Si fuera por ellos, ya darían carpetazo, pero no pueden, porque estamos detrás de ellos”, aseguró.
Daisy Blanco, madre de Fernanda Cayetano, señaló que ya lleva siete meses sin su hija, y aunque desde el año pasado la Fiscalía aseguró que traerían a declarar a la pareja del “taquero”, no lo han hecho y todo indica que no lo harán.
“Yo he dado con su paradero y personalmente iré por ella, sin las autoridades, porque ya vi que no hacen ni harán nada”, amenazó esta mujer.
La madre de Francisca Mariner afirmó que la Fiscalía está “de brazos cruzados” pues no han hecho las diligencias de protocolo, ni siquiera cuando ellas les trajeron al presunto responsable.
“Cuando denuncié, me dijeron que mi hija se fue con otro hombre y que esperara tres meses”, criticó. “Sus acciones de búsqueda son solo paseos en el monte. Las mesas son solo para hablar con otras madres buscadoras, pero no hay planes de trabajo. Es pérdida de tiempo”.
Óscar Montes de Oca, el fiscal general del Estado, ha dicho que han invertido millones en tecnologías de búsqueda, pero jamás las han visto, aseguró.
La abogada Fabiola Cortés comentó que también llevan el caso de Antonio Padilla, joven desaparecido en 2017 en la discoteca Kiss. En este caso, las irregularidades son peores, porque no aseguraron ni catearon este local y tampoco revisaron las cámaras de video del sitio, que ya no existen. Entrevistaron a testigos y al personal de la discoteca, pero no usaron nada de lo que declararon para efectuar acciones de investigación.
Hay cámaras del C4 en las cercanías de esta discoteca, pero aunque consiguieron las grabaciones, a más de cinco años del hecho, todavía no las analizan. (Agencia SIM)