Por Itzel Chan
MÉRIDA, MX.- En Homún, las y los pobladores han esperado por años que las autoridades estatales se comprometan realmente a realizar acciones para el cuidado de los cenotes, sin embargo, ante la inoperancia de las mismas, se han organizado para realizar reglamentos propios que se encargan que sean cumplidos por quienes visitan estos cuerpos de agua en sus comunidades.
José Clemente May Echeverría, integrante del Colectivo Kanan ts’ono’ot (Guardianes de los Cenotes), compartió que junto con otros habitantes de Homún se han organizado para proteger los recursos naturales que les brindan diversos beneficios.
Para él es importante que los cenotes sean reconocidos y cuidados de tal forma que todas las personas que llegan y los visitan, los miren con seriedad.
“Nosotros vimos la necesidad de hacer nuestro propio reglamento porque las autoridades estatales nunca se han acercado a nosotros”, manifestó.
Reconoce que la belleza que poseen los cenotes de su zona merece ser conocida por personas de otras partes de Yucatán, de México y también de diversos países, pero desea que quienes llegan a su territorio sean conscientes de dónde están.
“Nosotros nos reunimos en asamblea y decidimos hacer un reglamento para cuidar nuestros propios cenotes y en cada cenote colocamos el listado de lo que se puede y no se puede hacer, también vigilamos que estas actividades sean cumplidas”, compartió.
José junto con otros pobladores de la comunidad maya han acudido a instancias locales como la Secretaría de Desarrollo Sustentable (SDS) antes la Secretaría de Desarrollo Urbano y Medio Ambiente (Seduma) para que su reglamento sea complementado, pero hasta ahora no han tenido respuesta.“Nos dijeron hace seis años cuando hicimos el reglamento que complementarían la información, pero hasta ahora nunca vinieron, así que nosotros seguimos teniendo nuestras reglas”, explicó.
José se ha convertido en un activista con el paso del tiempo, pues defiende su terreno y agua de megaproyectos que son construidos alrededor de la zona y que afectan de manera indirecta a los lugares que habitan.
Él junto con otros habitantes del lugar reciben con mucho gusto al turismo y sólo piden que sigan el reglamento que han construido y que considera no es muy estricto, sólo de conciencia.
Por ejemplo, piden que no se use repelente o bloqueador, pues los químicos que contienen estos productos afectan el agua y por ende, a los animales que habitan en los cenotes.
“Pedimos igual que se use ropa adecuada, pues procuramos que se contamine lo menos posible el lugar”, describió.
Hasta ahora no han considerado necesario hacer una actualización del documento que elaboraron, pero sí piden que se haga el Plan de Manejo de la Reserva Estatal Geohidrológica del Anillo de Cenotes, en donde se suministra el 42% del volumen de agua en el estado de Yucatán y el 19% del volumen total en la península de Yucatán.
Asimismo, en esta zona habitan más de 41 especies silvestres en peligro de extinción y más de quince especies endémicas que corren el riesgo de sufrir impactos irreparables por la creciente actividad antrópica derivada del incremento de megaproyectos que se han establecido en la región, generando afectaciones ambientales, territoriales y culturales. (Noticaribe)