CIUDAD DE MÉXICO, MX.- Los consejeros Lorenzo Córdova, Ciro Murayama, Adriana Favela, José Roberto Ruiz y el secretario ejecutivo del Instituto Nacional Electoral (INE), Edmundo Jacobo Molina, bajaron la cortina cuatro días antes de que se cumpla el término de sus periodos. Participaron en su última sesión extraordinaria, cobijados por los aplausos de sus compañeros en el organismo, la oposición y los puyazos de los representantes de Morena, publicó latinus.us.

Aunque el periodo de los cinco personajes concluye el 3 de abril, y al día siguiente tomarán posesión los cuatro recién designados por la Cámara de Diputados, la noche del jueves se presentó el Informe sobre la Memoria de Gestión Institucional, tras el debate de Córdova y Murayama con Julieta Ramírez y Eurípides Flores, representantes de Morena ante el INE.

Ambos legisladores aprovecharon la última sesión presidida por Córdova para reclamarle el monto de su finiquito y las presuntas irregularidades señaladas en un informe del órgano interno de control, dirigido por Jesús George Zamora, quien el miércoles se reunió con diputados de Morena para comentar esa auditoría.

Como ha sido característico en las últimas sesiones, Córdova enmendó la plana a Ramírez y recalcó que esos resultados no son definitivos, sino que corresponden a los hallazgos preliminares de la auditoría, pero aún pueden ser solventados de acuerdo con lo que dispone la ley.

“Déjenme intentar ser muy pedagógico para explicar cómo funcionan las auditorías. Implican que el órgano auditor revisa el comportamiento de las unidades responsables, cuando el órgano auditor encuentra alguna irregularidad se lo comunica a las unidades para que lo aclaren. En términos contables se llama solventar lo que se identificó en primera instancia”.

Reprochó la actitud de George Zamora, elegido por la mayoría de Morena en la Cámara de Diputados en 2019 para dirigir la contraloría, de divulgar información que no es definitiva y la calificó de “poco profesional”.

El funcionario dijo que las críticas derivadas de ese informe, que no es definitivo, son infundadas porque las auditorías siguen en curso. “No quiero atribuir al dolo, a la mala intención esas actuaciones, esas descalificaciones groseras, quiero atribuirla a una práctica muy difundida que es no leer, al menos de manera completa, los documentos que se tienen a disposición”, señaló.

Tras el desahogo de los asuntos a discusión, llegó el momento de las despedidas en el que los consejeros y representantes de los partidos reconocieron a los funcionarios y les desearon suerte. La consejera Dania Ravel les llamó constructores de la democracia mientras que Carla Humphrey dijo que durante nueve años el presidente del INE, Favela, Murayama y Ruiz, además del secretario ejecutivo, ejercieron sus cargos “de manera profesional, ética, respetuosa y democrática”.

Tocó a Murayama y Córdova cerrar la sesión. El primero dijo irse sin agravios pero “con el ácido reproche del gobierno. Luego añadió: “quedar bien con el poder y mal con quienes hacen las elecciones con profesionalismo, habría sido una deshonra para mi persona”.

En su última intervención en la llamada “herradura de la democracia”, Córdova hizo un recuento de los retos que enfrentó el INE en su mandato como las elecciones locales, las federales de 2018 y 2021, el trabajo de la institución durante la pandemia de Covid 19.

“Todo ello a pesar de recibir la sistemática descalificación a nuestra labor, el hostigamiento de que fuimos objeto las y los consejeros electorales, que incluyó amenazas personales, denuncias personales y la interposición de varios juicios políticos, así como los delicados recortes presupuestales instrumentados por la Cámara de Diputados que comprometieron las funciones constitucionales del INE”.

Identificó como la última amenaza al plan B electoral impulsado por el gobierno, que pone en riesgo las condiciones de certeza y legalidad de las elecciones en México.

Ya de salida dijo que el juicio sobre el desempeño del INE le corresponde únicamente a la sociedad y sostuvo que nueve años después de asumir el cargo, la institución cuenta con amplia confianza y respaldo social.

La voz de Córdova estuvo a punto de quebrarse hacia el final de su discurso, cuando agradecía a su familia y compañeros en el INE. “Luego de más de 11 años de servicio en el IFE y en el INE espero dejar a esta institución más fuerte, sólida, experimentada y con mayor confianza ciudadana que entonces”.

Tras declarar concluida la sesión, con los ojos enrojecidos, Córdova lanzó un “larga vida al INE y a la democracia” y se despidió entre los aplausos de los presentes en el salón. (Fuente: latinus.us)

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