Por Itzel Chan

MÉRIDA, MX.- La Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) ha confirmado que en Yucatán, al menos 26 municipios presentan condiciones críticas por contaminación de agua a causa del establecimiento de granjas porcícolas.

Recientemente la dependencia federal compartió los resultados a partir de un dictamen y diagnóstico ambiental nombrado ‘De la actividad porcícola en Yucatán’ y a partir de estos datos, fue posible saber que hay por lo menos 26 municipios con condiciones críticas para la sustentabilidad hídrica del acuífero de Yucatán.

Sobre todo, porque la cantidad de nitrógeno generado por los cerdos rebasa al menos la capacidad de renovación del agua.

A la vez, en el documento sí se confirma que ya hay cenotes que presentan índices de contaminación por materia orgánica fresca, lo cual podría traducirse a las heces fecales de los cerdos.

“En gran medida, por fuentes difusas de aguas residuales pecuarias, de ahí la presencia principalmente de nitrógeno amoniacal y concentraciones elevadas de E. Coli, indicativo de contaminación difusa de excretas de seres vivos de sangre caliente”, se lee en el documento.

En dicho informe, la Semarnat reconoció que las pocas granjas que cuentan con plantas de tratamiento de aguas residuales, operan con la Norma Oficial Mexicana (NOM)-001 de 1996, es decir, una ley de hace 27 años.

El hecho de que las granjas tengan plantas de agua residuales que no funcionen del todo o que de plano no tengan, ocasiona que haya altas concentraciones de nitrógeno y fósforo en el agua, lo cual propicia el crecimiento acelerado de algas y esto tiene el potencial de eliminar por completo el oxígeno de los cuerpos de agua, matando así a seres vivos.

Un ejemplo de esto es lo que ocurre en el cenote X`tojil en Cuzamá, el cual ha presentado ya indicios de daños ambientales.

En cuanto a la contaminación detectada en aire y suelo, también se confirmó la presencia de elementos como amoniaco y ácido sulfhídrico.

Respecto a la contaminación que se genera específicamente en el aire, la Semarnat indicó que los elementos contaminantes pudieran provenir de las granjas porcinas y avícolas, específicamente su origen principal vendría en la descomposición de las
excretas y la dieta de los animales.

En este rubro se detectan igual emisiones de ácido sulfhídrico (H2S) y amoniaco
(NH3), los cuales también contribuyen en la eutrofización del agua, la acidificación del suelo y los impactos directos en la salud de la población.

Dentro de los principales municipios detectados que concentran más número de granjas porcícolas se encuentran Mérida, Izamal, Tizimín, Acancéh, Tetiz, Ticul, Telchac, Tixkokob y Motul.

Además, hay granjas porcícolas al menos en 53 municipios que forman parte de la Reserva Estatal Geohidrológica Anillo de Cenotes y otras tres están dentro del Área Natural Protegida (ANP) Reserva de la Biosfera Ría Lagartos.

Para el aprovechamiento de aguas en las granjas, la Comisión Nacional del Agua (Conagua) reportó 205 títulos que corresponden a 343 permisos de descargas, los cuales estarían distribuidos entre el 30 por ciento de 507 granjas.

De acuerdo con cifras del 2022, la industria porcícola mexicana tiene un valor de 62 mil millones de pesos.

Para 2020, la actividad pecuaria porcina en toda la península de Yucatán produjo un millón 819 mil 970 cabezas y presentó un ingreso de 7 mil 241.4 millones de pesos. (Noticaribe)

Comentarios en Facebook