Por Rafael Briceño
CHETUMAL, MX.- A 17 meses que termine su gestión Andrés Manuel López Obrador como presidente de la República, integrantes de la Asamblea de Defensores del Territorio Maya Múuch Xíimbal (Caminamos Juntos) denunciaron que nunca llegó la cuarta transformación a las comunidades de la Península de Yucatán y que la promesa del desarrollo con el Tren Maya es simplemente una burla.
Cuando llegaron a la península a hacer propaganda del proyecto Tren Maya, prometieron dar solución a las necesidades básicas pero solo si se aceptaba ese proyecto, de nuevo solo fue una burla más hacia los pueblos y comunidades mayas, manifestaron.
A través de un comunicado, afirmaron que están llegando proyectos de muerte que violentan a las comunidades como los monocultivos transgénicos, las megagranjas de puercos y pollos, los parques eólicos y fotovoltaicos, el turismo de alto impacto, los desarrollos inmobiliarios y como si fuera poco, los megaproyectos como el Tren, mal llamado Maya.
La organización, creada en el 2018, puso de manifiesto que a pesar de los amparos interpuestos y ganados para detener la construcción de los tramos 1, 2 y 3, “el ejecutivo no respetó ninguna resolución judicial, violó la ley y continúan las obras como hasta ahora, pasando por encima de nuestros derechos como pueblos mayas y pisando los derechos de la naturaleza”.
En el caso del tramo 6, la agrupación dijo que los representantes del gobierno federal llegaron a Bacalar para imponer las decisiones del presidente “llegaron como dueños de haciendas dando órdenes aquí en nuestra casa”.
El proyecto Tren Maya no nació de un diálogo con los pueblos mayas, ni con la población que será afectada, este proyecto nace impuesto desde el Palacio Nacional y lo justifican diciendo que es desarrollo, pero es un desarrollo capitalista y neoliberal aunque el Presidente se diga muy de izquierda, ya que solo beneficia al gran capital, a los consorcios hoteleros, a las inmobiliarias, a las mega granjas de puercos y pollos, a los monocultivos, a los parques eólicos y fotovoltaicos, también a la clase alta de siempre que son los que tienen lana para invertir, al extranjero y a países como Estados Unidos, que en la economía mundial están buscando nuevas tierras para colonizar, manifestaron.
Afirmaron que el Tren Maya aumentará las diferencias sociales y la pobreza en las comunidades rurales al despojar a los ejidatarios de sus tierras y beneficiar a los grandes empresarios.
Vienen a nuestras tierras como nuevos colonizadores, expropiando tierras a decretazos y sintiéndose dueños de todo, sin entender que están acabando con la vida de la selva, de la tierra, del agua y también con nuestra vida, señalaron.
Manifestaron que el gobierno federal, con el argumento del Tren Maya, deforesta y afecta el medio ambiente.
El megaproyecto Tren Maya es un proyecto neoliberal, capitalista y colonizador, responde únicamente al despojo de nuestras tierras, al despojo de nuestra identidad, solo trae muerte, arrastra en sus vagones el ecocidio de nuestra selva y el etnocidio de nuestra cultura como comunidades mayas, señalaron.
Su derrama económica según dicen que viene, no es para nosotros. Lo que llaman la Riviera Maya, Cancún, Playa del Carmen y Tulum, son algunos ejemplos del tipo de desarrollo capitalista que vienen a imponernos. (Noticaribe)