Por Itzel Chan
MÉRIDA, MX.- Hace seis días fue atropellado un niño de 7 años en la avenida Líbano en Mérida mientras hacía malabares junto con otros menores de edad. Hasta ahora se ha confirmado que era originario de Chiapas, pero nadie ha reclamado su cuerpo, situación que ha llamado la atención de activistas defensores de derechos humanos infantiles, quienes piden investigar la posible red de trata de niñas y niños que hay en el estado.
La indignación de este hecho ha llevado a que la ciudadanía se una y exija al Gobierno del Estado y al Ayuntamiento de Mérida que atienda la situación de explotación que viven niñas y niños a la luz de todas las personas que transitan en las avenidas.
Iker se dedicaba a hacer malabares a su corta edad y el día que fue atropellado estaba acompañado de sus amigos, también menores de edad, quienes fueron testigos de su muerte.
Las vecinas y vecinos de la zona donde ocurrieron los hechos pidieron que las autoridades resguardaran a los menores, sin embargo, los elementos de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) se negaron porque afirmaron que no contaban con familiares que pidieran su custodia.
Víctor Chan, presidente de la Asociación ‘Hogares Maná’, reconoció que este hecho impactó a la sociedad yucateca y ha causado preocupación, rabia y enojo.
“Se trató de un hecho de fallecimiento de un niño en la vía pública, dedicándose a una actividad ilícita por ser trabajo infantil. Esto nos ha movido como sociedad y nos organizamos para pedirle a la autoridad estatal y municipal que haga lo que tenga que hacer porque niñas y niños que están en la calle trabajando, deberían estar estudiando y jugando”, mencionó.
El activista considera urgente que se investiguen estos casos que podrían caer en la explotación y trata infantil.
“Les pedimos que se investigue si hay o no una organización de explotación infantil y en consecuencia, que se sancione, que se cumpla con la responsabilidad de hacer valer los derechos de las niñas y los niños”, añadió.
Para ello, ya integrantes de diversas organizaciones civiles se reúnen para firmar un documento en el que les exigirán a las autoridades que el caso de Iker no quede impune.
Chan denunció que el caso de Iker y sus amigos no es aislado, pues se ve en avenidas diversas a niñas y niños, en su mayoría originarios de Chiapas, que piden dinero en los semáforos.
“También hemos visto que después de este caso y las denuncias que hemos hecho, hay varios niños y niñas en estaciones de autobuses que están regresando a sus lugares de origen, acompañados de adultos y esto quiere decir que algo está pasando y tiene que hacerse algo porque es un tema que violenta sus derechos humanos”, agregó.
Como parte de los registros que han hecho, también observan que piden dinero en avenida Yucatán, cerca de plaza Fiesta, Brisas y otros puntos y los menores se turnan, pero además siempre suele ir una persona adulta con ellos, que es a quien le reportan lo que obtienen.
De acuerdo con indicadores de la Red por los Derechos de la Infancia en México (Redim) en Yucatán hay más de 35 mil 300 menores de edad trabajando en actividades no permitidas y riesgosas. (Noticaribe)