Por Rafael Briceño

CHETUMAL, MX. – Ante los ataques de los que ha sido objeto desde el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) por denunciar la destrucción de vestigios arqueológicos por la construcción de la obra presidencial Tren Maya, el antropólogo Fernando Cortés de Brasdefer recibió el apoyo de la organización ciudadana Selvame del Tren “por su valentía y decisión de no ser cómplice de la destrucción que esta provocando la mega obra mal llamada Tren Maya”.

A través de un comunicado, la organización manifestó que, ante las anomalías, saqueos y violaciones a la ley, los arqueólogos han sido obligados a guardar silencio por temor a perder su trabajo o ser perseguidos como el arqueólogo Fernando Cortés de Brasdefer.

Con sus valientes palabras, Cortés de Brasdefer ha dejado al descubierto que el INAH se ha convertido en un organismo cobarde, tapadera de los desastres cometidos en la selva Maya, señaló.

El organismo manifestó que científicos, académicos, activistas, abogados y buzos involucrados en el seguimiento de la destrucción ocasionada por el Tren en la Selva Maya “hemos dejado documentado en video, fotos y testimonios la destrucción de vestigios y cenotes, y de no ser por estas denuncias ciudadanas no se hubiese respetado por ejemplo ni Paamul II, ni la cueva de Manitas, ambas utilizada hoy, como parte de la propaganda del proyecto sin reconocer que, por no atender a los especialistas, habían trazado desde un inicio el tramo sobre estos importantes sitios arqueológicos”.

Selvame del Tren recordó que desde que el Gobierno de la 4T decidió construir el tren por la selva (de Cancún hasta Calakmul, tramos 5, 6 y 7), el INAH se ha dedicado a registrar con premura los tesoros que allí se encuentran y sus arqueólogos han trabajado con la esperanza de rescatar los vestigios arqueológicos, antes de que la maquinaria los sepulte y destruya.

La organización ambientalista recordó que en sus recorridos para documentar el impacto ambiental en la selva y el acuífero, diversos arqueólogos expresaron su rechazo a este mega proyecto porque necesitaban más tiempo para rescatar toda la riqueza de los elementos hallados en esta zona que debería ser protegida, como lo estipula la ley.

Ratificaron su apoyo a todos los arqueólogos que salvan el patrimonio cultural hoy amenazado por este Tren. (Noticaribe)

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