Por Itzel Chan
MÉRIDA, MX.- Con la promoción de las remodelaciones del Centro Histórico de Mérida, dentro de ellas el Corredor Turístico y Gastronómico que abarca la calle 47 entre 56 y 48, se prevé que el costo de las rentas de vivienda incrementen y a la par haya un ‘boom’ de espacios de tipo Airbnb.
En entrevista Eduardo Monsreal Toraya, director del Observatorio de Movilidad Sostenible de Mérida, comentó que el aumento de la plusvalía en la zona es algo inevitable y el fenómeno de gentrificación, consideró que ya se estaba dando incluso antes de que se presentaran estos proyectos.
No descartó que este fenómeno junto con la turistificación aumente, lo que al mismo tiempo genere el incremento de precios de alimentos, bebidas y servicios en los comercios que están en la zona del centro.
Sin embargo, Monsreal Toraya especificó que habrá que prestar atención para lo que suceda no sólo en la zona de alrededores de Santa Ana sino también en el área de la zona que va hacia el oriente del centro, muy cerca de Chuminópolis, colonia Lourdes Industrial y otras cercanas.
“Esta zona tiene una vocación eminentemente habitacional y ahí se podría dar un fenómeno de gentrificación en un mediano plazo, porque en la parte central ya estaba tercerizada, pero ahora se tratará de cambios en giros comerciales y el uso habitacional popular es el que se verá directamente afectado porque los propietarios es posible que vendan, que aumenten las rentas y otros más que posiblemente los adaptarán a espacios Airbnb”, indicó.
Otros más de los espacios que serán desplazados son los tradicionales como oficinas, bodegas y tiendas comunes para convertirse en restaurantes, hoteles boutique y otros giros destinados a turismo.
Por ello, sugirió que se mantenga, desde el ámbito gubernamental, un monitoreo que identifique el impacto en temas de vivienda y su relación con este tipo de proyectos turísticos.
Además, consideró que deberán trabajar el Gobierno del Estado en conjunto con el Ayuntamiento a través del Instituto Municipal de Planeación (Implan), la Dirección de Desarrollo Urbano y Catastro para evitar que se disparen los precios en la zona.
Reconoció que el análisis de estos proyectos es complejo porque aparentemente hay beneficios económicos, pero al mismo tiempo pueden acarrear impactos negativos.
Tan sólo un ejemplo es que José Luis Martínez Semerena, director de Desarrollo Económico y Turismo en Mérida, reconoció que los establecimientos, principalmente restaurantes, sí aumentarían sus precios gradualmente y en algunos restaurantes ya hay precios en dólares.
“Esto es oferta y demanda, puede ser que al principio se dé una curva en cuanto a aumentos de precios, pero en la medida en la que más gente vaya, también se podrían asumir responsabilidades hasta un punto de estabilizarse”, señaló.
Recientemente, el gobernador Mauricio Vila Dosal anunció que en enero próximo iniciarán la remodelación de la Plaza Grande y esto más otras acciones requerirán 2,500 millones de pesos y que al mismo tiempo, complementarán los trabajos ya inaugurados. (Noticaribe)