TABASCO, MX.- Una casa y un panteón sufrieron las consecuencias de la crecida del río Grijalva, derivada de las recientes lluvias que afectaron a Tabasco por el paso del frente frío número 8, publicó El Financiero.
En videos y fotos se puede apreciar que la corriente se llevó parte de una vivienda que fue construida en Los Almendros, sector Cedral de la Gaviotas Sur, precisamente en la margen derecha del afluente. A unos metros, también cayó parte de una casa de lámina.
Además, en la misma zona, a unos 2 kilómetros, varios ataúdes fueron arrastrados por el río y más tumbas están en riesgo de sufrir el mismo destino porque el agua sigue ‘comiéndose’ el terreno.
Los habitantes refieren que la Comisión Nacional del Agua (Conagua) colocó ‘súper costales’ hace meses para proteger una parte, pero la medida no funcionó y en unos pocos días desaparecieron cerca de 40 metros de terreno, hasta que finalmente comenzó el colapso de las casas.
En el punto más crítico, son unas 10 familias las que ya no tienen o están por quedarse sin hogar porque ya no es seguro seguir ahí. Apenas tuvieron tiempo de poner en resguardo sus enseres.
“El patio se fue derrumbando poco a poco. Le avisamos a Protección Civil y Conagua y teníamos la esperanza de que nos iban a ayudar. Pusieron costales para proteger el 20 por ciento nada más. Con la fuerza del agua, se derrumbó todo”, expresó la señora Cristina Delgado, que este martes por la mañana vio cómo su casa se la llevaba el río.
Ahora pide el apoyo al gobierno del estado para ser reubicada o recibir el apoyo para construir en algún otro lado, pues el trabajo de toda una vida se acabó cuando cayeron las paredes del inmueble que habitó los últimos años.
Más adelante de este sitio, otros ciudadanos también exigen la intervención de las autoridades, pero para frenar la erosión que amenaza con desaparecer al panteón ejidal ‘El Cedral’.
La situación causó alarma previo al Día de Muertos, cuando las familias comenzaron a llegar para limpiar las tumbas y encontraron que parte del cementerio ya no estaba y algunos féretros ya habían caído al río Grijalva.
Antonio Méndez, quien administra el lugar, que es comunitario, dijo que en cuatro semanas unos 40 ataúdes se esfumaron y aunque se notificó a Conagua, no hubo forma de detener esta situación.
Sobre el tema, el director local de la Conagua, confirmó que comenzarán trabajos para reforzar esta margen de forma provisional, pero cualquier proyecto de largo plazo tendrá que esperar hasta el 2024. (Fuente: El Financiero)