MÉRIDA, MX.- Habitantes de Kinchil denunciaron la proliferación de proyectos inmobiliarios en su zona y hasta ahora han identificado 10 nuevos desarrollos, por lo que piden a las autoridades estatales y federales que ya no concedan más permisos y procuren la preservación de la selva en el estado.
En rueda de prensa, Federico May, uno de los habitantes de Kinchil dijo que la situación actualmente en su territorio es grave porque 5 mil hectáreas de su ejido están siendo invadidas de forma descarada.
“Hemos detectado ya 10 proyectos inmobiliarios sobre este territorio y se meten por una supuesta ampliación al ejido de Tetiz, pero los vendieron a las inmobiliarias. Son cosas que se hicieron en un gabinete sin que sepamos nada”, explicó.
Federico dijo que ven con preocupación cómo las compañías venden los lotes de inversión sin disimulo e incluso supieron de la promoción abierta que se hizo en la feria de Xmatkuil, tal es el caso del proyecto Yaxché.
“Esto es un despojo, es un robo, cómo es posible que se metan las inmobiliarias a la selva porque está clasificada como selva baja caducifolia y ahora está siendo destruida por el sector inmobiliario, una de las compañías ya está desmontando y aunque ya fue clausurada la obra les vale, violan las leyes, se meten por otro lado. Hay un ecocidio en Kinchil que se agrava cada vez más”, mencionó.
También dijo que han detectado que se ofertan los lotes en 57 mil pesos y las empresas en su propaganda indican que más del 90% de los terrenos está vendido.
Algunos de los proyectos detectados son Punta de Jade, Finca Celestún, Yaxché, Sayab, Aludra y otros.
Federico insistió en que quieren seguir viviendo como pueblos originarios y con la organización que ellas y ellos mismos tienen.
“Hacemos un llamado para que las leyes no sean suaves. Somos un pueblo desamparado porque los empresarios tienen todo en su poder y atropellan nuestros derechos de trabajar la tierra, pedimos que nos dejen trabajar como lo hemos venido haciendo”, resaltó.
A manera de apoyo a su petición se sumaron habitantes de Ixil y Jorge May, quien ahí habita exigió medidas más drásticas para que no se vendan estos terrenos para fines de explotación.
Marcela Cocom, quien también habita en esta región, expuso que han sabido que el sector empresarial se queja porque ya no tienen la misma libertad de antes de explotar sus tierras.
“Nos quitan lo nuestro con artimañas, ahora se quejan de que no les aprueban sus proyectos, cuando en sí nos están arrebatando las tierras; antes no se quejaban porque todo era más fácil y se sentían bien llenándose las bolsas”, agregó.
De esta manera, hacen un llamado a las autoridades estatales y federales para que sean vigilantes del cuidado de la selva y les respeten el derecho a la libre determinación de los pueblos y al cuidado de sus tierras. (Noticaribe) (Por Itzel Chan)