Por Itzel Chan

MÉRIDA, MX.- Por cuarta vez, la bancada de Movimiento Ciudadano,
representada por la diputada Gabriela González Ojeda, exigió que los
botones de pánico sean obligatorios en el transporte público para que,
en caso de emergencia, la ciudadanía pueda hacer uso de ellos.

“Los botones de pánico salvan vidas”, declaró la legisladora e hizo
hincapié en que son necesarios en el transporte público.

Recordó que desde 2022 Movimiento Ciudadano propuso esta iniciativa y
fue desechada.

No obstante, cuando el Ejecutivo creó la Ley de Movilidad, igualmente
la bancada naranja recordó la necesidad de colocar el botón de pánico
en las unidades, pero de nueva cuenta fue rechazada la propuesta.

González Ojeda comentó que no han dejado de insistir en el tema y en
diciembre de 2022 otra vez propusieron la colocación de los botones,
como parte de las modificaciones a la ley de movilidad y aunque no se
desechó de nueva cuenta, hasta el momento lleva más de un año en ‘la
congeladora’.

Para la legisladora es realmente urgente que se coloquen estos botones
porque están al alcance de cualquiera de los usuarios o del conductor.

“Para emitir una señal de alerta directa a las autoridades de
seguridad pública”, explicó.

Recordó que incluso se trata de una iniciativa que surgió de la
ciudadanía, que es quien verdaderamente será beneficiada.

El caso fue llevado a tribuna por la legisladora de Movimiento
Ciudadano después que un chofer de transporte público del sistema Va y
Ven en Yucatán, falleció días después de ser agredido por un pasajero.
El operador estaba defendiendo a una usuaria que fue víctima de abuso
sexual por parte de dicho individuo.

“Las omisiones cobran vidas. Una muerte por omisiones ya es demasiado,
no permitamos que haya más”, dijo.

La agresión ocurrió el pasado 28 de enero en un autobús de la ruta
Circuito Metropolitano en Mérida, cuando una joven pidió ayuda a dicho
chofer porque el agresor la tocó lascivamente.

El operador detuvo la unidad y defendió a la mujer, cumpliendo con el
protocolo de seguridad que se debe realizar en estos casos. Pero justo
cuando estaba llamando por teléfono a la policía, el agresor lo empujó
fuertemente y éste cayó de espaldas fuera del autobús y se golpeó la
cabeza en una banqueta. Días después falleció.

En este sentido, para González Ojeda de poco sirve legislar para que
los autobuses no sean vandalizados y se mantengan bonitos, si no se
legisla para que los autobuses sean espacios seguros para todas las
personas. (Noticaribe)

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