Por Rafael Briceño
CHETUMAL, MX. – Tras el colapso de una de sus torres y de su campanario como efecto de las fuertes lluvias de agosto de 2023, los trabajos de restauración de la Capilla de Visita de X-Querol, ubicada en el municipio de José María Morelos, registra un avance del 80 por ciento de acuerdo con el calendario establecido por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).
De acuerdo con un comunicado de la dependencia federal, los trabajos de restauración del templo iniciaron en enero de este año y en días recientes recibió la visita de supervisión de representantes del gobierno federal y del estado de Quintana Roo; entidades que invierten recursos conjuntos para la atención del inmueble.
Con la reconstrucción de la torre y del campanario, así como con la restauración de la fachada del recinto virreinal, se pondrá en valor a un destacado ejemplo de patrimonio histórico, uno de los más antiguos en toda la península de Yucatán; sitio que formó parte de la estrategia evangelizadora de la orden franciscana en el centro y sur de la península, territorio inhóspito, de población dispersa y renuente a la presencia española.
Cabe señalar que la Capilla de Visita dedicada a San Juan Bautista es considerada una joya virreinal construida por los franciscanos entre los siglos XVI y XVII y tanto el templo como la comunidad entera, ubicada en la ruta patrimonial Mérida-Peto-Bacalar, revisten de una especial ancestría, toda vez que fueron parte de los lugares que atestiguaron el estallido y el desarrollo de la guerra social maya, iniciada en 1847 y concluida en 1901.
Esta ruta patrimonial, a través de la cual se pueden conocer diversas iglesias históricas en Quintana Roo, es la misma que tomó el general Ignacio Bravo, en la campaña ordenada por el presidente Porfirio Díaz para derrotar y concluir la rebelión maya que duró 54 años, lo que ocurrió con la toma de la capital de los beligerantes, Noh Cah Santa Cruz, actual Felipe Carrillo Puerto.
En aquella época, la Capilla de Visita estaba destruida y el pueblo, que entonces recibía el nombre de Celul, entró en una etapa de abandono que se extendió por casi un siglo, hasta 1971, cuando nuevos habitantes repoblaron la localidad y comenzaron a rescatar la iglesia para devolverle su uso religioso.
Hasta la fecha, el inmueble sigue siendo de visita, es decir, no cuenta con un sacerdote local, sino que es visitado periódicamente por presbíteros de comunidades cercanas para ofrecer servicios espirituales a la población, detalló el INAH en su comunicado. (Noticaribe)