ARGENTINA.- Disfrazado con un traje militar de fajina, el ultraderechista presidente Javier Milei apareció ayer en la noche en Ushuaia, capital de Tierra del Fuego, la provincia más austral de país, donde antes existió un penal de siniestra memoria, para declarar su total alineamiento con Estados Unidos y el mundo Occidental ante la jefa del Comando Sur de Estados Unidos, la general Laura Richardson, con quien anunció el establecimiento de una base estadunidense, a pocas millas de donde está enclavada una enorme base naval de Gran Bretaña en una isla del archipiélago de Las Malvinas, colonia de ese país, que es reclamada desde 1833 por Argentina a la que pertenece, publicó La Jornada.

En la segunda ciudad de ese territorio isleño, Tolhuin, Carlos Menem decretó en 1995 la instalación de una base de la NASA para presuntamente monitorear explosiones nucleares.

El hecho de que Milei viajara, en medio de una crisis muy grave, con la protesta permanente en las calles por los despidos que y contra las medidas de su gobierno dio cuenta de su sumisión a Estados Unidos, como lo ha manifestado también con Israel.

Recorrió vía aérea –con una escala en Río Gallegos– más de 3 mil kilómetros hasta Tierra del Fuego para ser recibido por Richardson, donde transcurrió el acto con una bandera de Estados Unidos detrás, a pesar del rechazo del gobernador de esa provincia, Gustavo Melella, y la población que hace tres días homenajeó a los caídos en la Guerra de Las Malvinas, y consideran que lo que ocurre es una traición a la patria.

Instalación pekinesa en la mira

Pero detrás de la visita, la tercera de Richardson a Argentina, está también el tema de China, cuando Estados Unidos ha puesto en la mira, con acompañamiento de los medios masivos de comunicación aquí, a una supuesta base militar China, en Neuquén. Más aún, el gobierno de Milei paralizó plantas de energía eléctrica ya muy avanzadas, instaladas con ayuda del gigante asiático y sin ninguna concesión que lesione al país.

En su conferencia de prensa, el polémico vocero presidencial, Manuel Adorni, defendió lo anunciado por Milei y habló de una base naval integrada que constituye el puerto de desarrollo más cercano a la Antártida, y convierte a Argentina y Estados Unidos en la puerta de entrada al continente blanco.

Milei entendió que con su anuncio por la afinidad que une a Argentina con Estados Unidos necesitaba demostrar su alineamiento con ese país, sus intereses, y con el mundo occidental, para que Argentina sea parte del único espacio que reconoce válido.

En conferencia de prensa, Milei se dedicó a elogiar a Washington y aseguró que comparte las ideas de la libertad y una visión del mundo con la potencia del norte. Ratificó que el país seguirá adelante con la obra del Polo Logístico, aunque de forma conjunta con Estados Unidos, que no estaba en los planes antes divulgados.

Este Polo Logístico fue para Estados Unidos una amenaza para sus intereses en la Antártida, dado que según dijo la propia militar Richardson, China está intentando asegurarse los derechos para construir instalaciones marítimas de uso dual, las cuales apoyarían la proyección de sostenimiento y poder en las cercanías al estrecho de Magallanes,

Anunció que Washington donó un avión Hércules, y firmó un acuerdo para la compra de 24 aeronaves de guerra a Dinamarca, y se suspendió lo acordado entre China y el gobierno anterior en materia de compra de equipamiento militar.

De esta manera, Milei volvió a golpear a millones de argentinos a que no aceptan de ninguna manera la violación de la soberanía nacional, y añade otro factor a las medidas tomadas por el gobierno, y por lo cual hay ya un verdadero incendio en las calles, donde no se han detenido las manifestaciones con reclamos, en los que uno de los esloganes que se escucha todos los días está la frase la Patria no se vende. (Fuente: La Jornada)

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