Por muchos años hemos creído que el agua es solo eso, sin embargo, también dentro de los líquidos existen diferencias marcadas que en ocasiones no se pueden distinguir a simple vista, pero existen otros factores que nos ayudarán a identificar cómo diferenciarlas.

La dureza del agua puede ser medida e identificada; de ahí que -popularmente- se le conozca como agua dura o blanda, por lo que saber qué tipo de líquidos atraviesan por nuestros hogares, ayudará a darle un mejor uso en todas las actividades que realizamos día con día.

¿Qué es el agua dura o blanda y cómo identificarlas?

La dureza del agua no se puede medir de forma sencilla en casa, pero sí es posible aprender a identificarla ya que esta hace referencia a la alta concentración de minerales, mientras que por el contrario, el agua blanda se encuentra casi libre de ellos, por lo que resulta mejor para su consumo humano y hasta para el cuidado de tuberías y electrodomésticos en casa.

Por lo general, el agua dura contiene una alta concentración de calcio y magnesio, lo cual afecta principalmente a las tuberías o los aparatos del lugar. Es fácil notar cuando el agua dura llega a casa, ya que las tuberías comienzan a oxidarse, las llaves se llenan de sarro e incluso los aparatos electrónicos se dañan o necesitan de un mayor uso del agua, ya que este tipo de agua no logra disolver los jabones o detergentes de la forma adecuada.

Una forma sencilla de saber si en casa corre agua dura es con un pequeño experimento, el cual consiste en llenar una botella de plástico con agua de grifo hasta la mitad. Una vez listo, añade unas 5 o 6 gotas de jabón líquido neutro, luego cierra y agita hasta disolver por completo. Si al destapar la botella notas que las burbujas son pocas, es muy probable que se trate de agua dura.

Por el contrario, si al destapar la botella la espuma generada se desborda por botella, el agua que corre por el hogar es blanda. Aunque también puedes ver reflejado el tipo de agua que llega hasta casa por los efectos secundarios que se provocan en el cuerpo, los cuales pueden ser:

  • Resequedad o irritación en la piel
  • Manchas marrones en llaves con flujo constante de agua
  • El jabón deja manchas blancas en los productos o sitios en los que se usa
  • Problemas para enjuagar el jabón o si hace muy poca espuma
  • Ropa percudida y de textura áspera
  • Tuberías tapadas por acumulación de sarro

Aunque la dureza del agua es un problema para el hogar, existen soluciones sencillas que pueden ayudar a cambiar el estado del agua y que ésta no genere complicaciones ni en los productos de uso común de la casa ni en los efectos secundarios en el cuerpo. Una de las soluciones básicas es colocar filtros de agua que ayuden a limpiar el agua, los cuales dependen del tipo de lugar en el que sean colocados.

Es importante mantener limpios los depósitos de agua como tinacos o cisternas, los cuales deberán tener un mantenimiento y monitoreo constante para evitar la acumulación de sarro. De igual forma, hay que limpiar de forma adecuada los electrodomésticos como cafeteras, lavavajillas, resistencias y aquellos productos que tengan contacto directo con el agua. (Fuente: Aguakan)

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