CIUDAD DE MÉXICO, MX.- Ante los golpes asestados por México y Estados Unidos a la estructura criminal de Los Chapitos, Ismael El Mayo Zambada, líder histórico del cártel de Sinaloa, y su hijo, Ismael Zambada Sicairos, han asumido el liderazgo en el tráfico de fentanilo, principalmente hacia el mercado estadunidense, publicó Milenio.

Información de inteligencia revela que la facción liderada por los Zambada opera en los estados de Sinaloa, Sonora, Jalisco, Baja California y Nayarit, con socios en China, que envian los precursores químicos, y en Estados Unidos, donde se da la distribución de la droga.

El 1 de julio, elementos de la Marina junto con la Agencia de Investigación Criminal de la Fiscalía General de la República (FGR) ejecutaron simultáneamente ocho órdenes de cateo en Culiacán, Sinaloa.

Además de nueve personas detenidas, fueron asegurados varios kilos de fentanilo, equivalentes a casi medio millón de pastillas comprimidas con la leyenda M30, así como máquinas para elaborar pastillas, cientos de kilogramos y de litros de precursores químicos y armas de fuego.

Públicamente se informó que una de las máquinas tableteadoras funcionó al menos del 1 de mayo al 30 de junio, periodo en el que pudo haber producido unas 6 millones 700 mil tabletas, con un valor estimado de mil 700 millones de pesos. El operativo fue limpio, sin disparos, derivado de investigaciones contra el tráfico de drogas. Las 9 personas detenidas fueron vinculadas a proceso y están en prisión preventiva en penales de Aguaruto y Guasave.

De acuerdo con el reporte de inteligencia consultado, este operativo demuestra que El Mayo Zambada y su hijo, conocido como Mayito Flaco, son el eslabón más fuerte en la cadena de tráfico de fentanilo hacia Estados Unidos, esto a pesar de que habían iniciado una campaña para hacer creer a las autoridades que se mantenían al margen del mercado de esta droga.

El documento también señala que es necesaria una revisión legal en materia de prevención del tráfico de drogas y la importación de sustancias químicas, además de la revisión de leyes en materia de interdicción y el diseño de políticas públicas de prevención y atención al consumo de fentanilo.

Públicamente el tráfico de fentanilo había sido atribuido mayormente a los cuatro herederos de Joaquín El Chapo Guzmán: Ovidio Guzmán López, Joaquín Guzmán López, Iván Archivaldo Guzmán Salazar y Jesús Alfredo Guzmán Salazar, mejor conocidos como Los Chapitos o Los Menores.

La Administración para el Control de Drogas (DEA) los había colocado al centro del organigrama de la droga sintética que está matando a miles de estadunidenses cada año.

“Los Chapitos controlan esta empresa criminal global, y utilizan la violencia despiadada para protegerla. De hecho, la muerte y destrucción son centrales para toda su operación”, aseguró la jefa de la agencia antinarcóticos, Anne Milgram, el 14 de abril de 2023 tras anunciar un paquete de acusaciones contra los hijos de El Chapo y sus colaboradores más cercanos.

Por otro lado, desde inicios de 2020 el Ejército mexicano descubrió que el cártel de Sinaloa se encontraba en pugna, principalmente debido a que Los Chapitos buscaban hacerse de todo el poder a través de la violencia, incluso por encima de quien fuera compadre de El Chapo Guzmán, El Mayo Zambada. (Fuenyte: Milenio)

 

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