CIUDAD DE MÉXICO, MX.- La XXIV Asamblea Nacional Ordinaria del PRI le abrió la posibilidad a su presidente, Alejandro Moreno, alias Alito, de permanecer en el cargo hasta 2032, luego de que aprobara por unanimidad diversas modificaciones a los estatutos del partido, entre ellas, la reelección de la dirigencia, publicó 24-horas.mx.

Pese a que el actual dirigente del Partido Revolucionario Institucional (PRI) carga sobre sus hombros el peor resultado electoral de la historia de ese instituto político, logró algo de lo que se propuso este 2024: modificar los documentos internos para que su dirigencia se extienda por, de ser el caso, dos periodos consecutivos más.

Ayer en el Pepsi Center, más de 3 mil delegados que le son leales y con las ausencias de liderazgos priistas como Manilio Fabio Beltrones, Dulce María Sauri, Arturo Montiel, Francisco Labastida Ochoa, así como la representación de la Confederación de Trabajadores de México (CTM), que recae en Carlos Aceves, fueron aprobados diversos cambios a los documentos internos del partido.

Incluyendo el Artículo 178 de los estatutos, por el cual, a través de un transitorio, se permite la reelección de la dirigencia hasta por tres periodos consecutivos de 4 años.

También se acordó la reducción de los integrantes del Consejo Político Nacional; de este último punto destaca que se retira la representación a los Comités Municipales de los 32 estados y reduce a 20 los consejeros de los Sectores Obrero, Agrario y Popular.

Además de que los consejeros de la Fundación Colosio y del Instituto Reyes Heroles pasan de siete a dos, mientras que, con estos cambios, se anexan dos consejeros del Centro de Estudios para la Discusión, Análisis y Prospectiva de México, encabezado por el presidente del partido.

De hecho, “prospectiva” fue una de las palabras que más repitió Moreno Cárdenas en su discurso.

También se faculta “a la Secretaría de Finanzas y Administración del Comité Ejecutivo Nacional del Partido Revolucionario Institucional, para contratar deuda”.

Reparte culpas

En el discurso que ofreció Alejandro Moreno tras la aprobación de las reformas, que calificó como “un documento robusto” y acorde a las necesidades del México actual, repartió culpas a diestra y siniestra.

Por ejemplo, a todos los que han dejado al PRI, y que se han convertido a otros movimientos, en particular a Morena, los llamó “lacayos” y “esquiroles” al servicio del Gobierno actual, que buscan romper la unidad de su organización, y se justificó, como suele hacer el presidente Andrés Manuel López Obrador en las mañaneras, en el pasado.

“Ellos fueron el peor lastre de nuestro partido, ellos estuvieron al frente cuando castigaron al PRI con el ‘Pemexgate’; hay militantes del PRI vinculados al asesinato de nuestro candidato presidencial (hace 30 años) y eso le costó al PRI, no vamos a tapar a nadie, vamos a exigir cuentas”.

A lo que los presentes respondieron con una apagada salva de aplausos y unos ligeros “¡Duro! “Duro! ¡Duro!” que fueron opacados por Alito Moreno desde el micrófono, el cual le sirvió para recitar los argumentos de los spots de campaña y soltar una amenaza: el PRI no apoyará la reforma al Poder Judicial.

Y aunque presumió unidad ante su audiencia, a las afueras del recinto la “unidad” se manifestaba en gritos y empujones entre militantes de Nuevo León, Estado de México y otras entidades, a quienes no se les permitió el acceso hasta ya iniciada la asamblea y con un vidrio roto de por medio. (Fuente: 24-horas.mx)

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