QUINTANA ROO, MX.- Ingeniero civil de formación y con una maestría en hidráulica, Orlando Trejo inició su trayectoria en Aguakan hace poco más de cuatro años. A partir de 2023, es el encargado del Departamento de
Recursos Naturales y Abastecimiento, y desde allí, controla y evalúa todos los procedimientos que se enfocan en el suministro de agua potable a los hogares. Aunque claro, su labor no inicia simplemente con la llegada del líquido, él mismo detalló todo lo que abarca su labor:
«El departamento evalúa cada paso para que el agua potable esté presente en los hogares: desde la extracción de los pozos (ubicados a unos 35 kilómetros de la ciudad en la zona de captación) hasta los rebombeos que trasladan el flujo hacia los tanques, y de allí, a los recintos domésticos».
¿Cómo se desinfecta el agua que Aguakan envía a los hogares?
En el traslado de los pozos hacia los tanques, y luego hacia los hogares, el ingeniero Orlando Trejo reitera que también está involucrado un proceso de desinfección a través del gas cloro. Esta técnica garantiza que miles de microorganismos se eliminen con éxito del agua para que pueda ser utilizada con fines domésticos o de consumo. En añadidura, para garantizar una buena calidad inicial, la infraestructura hidráulica de Aguakan recibe el flujo de agua desde el subsuelo, a unos 20 o 40 metros de profundidad.
¿Por qué hay ocasiones en que el flujo de agua se suspende o baja de presión?
En este punto, Orlando Trejo detalló que el principal reto es lidiar con la naturaleza: como la península de Yucatán es plana, no existen montañas que contribuyan a incentivar el servicio de traslado de agua mediante el efecto de la gravedad. Por ello, Aguakan utiliza sistemas de presurización que funcionan con energía eléctrica, así que cuando hay una falla independiente en este recurso público (ya sea por un bajón de luz o una subida de voltaje,) el abastecimiento de agua potable se alenta o se detiene, dependiendo de la naturaleza de la falla:
«Los desperfectos de electricidad afectan a nuestros equipos, y para reiniciar operaciones, debemos tomar medidas específicas para reabrir nuestros pozos. Si los abrimos demasiado rápido y al mismo tiempo, ocurre un fenómeno físico denominado “golpe de ariete”, el cual causa una sobrepresión que puede descomponer las líneas de distribución permanentemente (…) Los equipos se deben reiniciar poco a poco, en un proceso que lleva hasta seis horas, y es posible que esto se refleje en la presión o en el suministro total.»
No obstante, para evitar graves afectaciones a la población, Aguakan cuenta con un Centro de Control de Operaciones (CCO,) en el que Orlando y su equipo monitorean la presurización de las tuberías, el debido llenado de tanques de rebombeo, la instrumentación adecuada, etc. Precisamente gracias a estas tecnologías, es que el ingeniero Trejo y sus colegas cercanos pueden hacer frente a los mayores desafíos del momento: el rápido crecimiento de la ciudad y la renovación de redes hidráulicas, mismos que se han logrado superar para garantizar agua de gran calidad.