FELIPE CARRILLO PUERTO, MX.- Desde el 20 de mayo pasado, el basurero municipal de Felipe Carrillo Puerto, ubicado en el kilómetro 13 de la carretera a Tihosuco, arde sin control y hasta ahora ninguna autoridad ha podido controlarlo; actualmente puede verse la columna de humo tóxico que despiden los desperdicios.
Son varias las voces que ya denunciaron el incendio, que no saben si fue provocado por los propios trabajadores o por elementos extraños, como el intenso sol sobre material incandescente. Aún así, los carrilloportenses denuncian que la administración de Mary Hernández continúa arrojando los residuos sólidos al ya de por sí saturado tiradero a cielo abierto.
De acuerdo con la Secretaria del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), “desde la perspectiva ambiental y de salud pública, la disposición de residuos tiene, una relevancia fundamental. Cuando no se recolectan pueden permanecer en los sitios de generación o diseminarse, con efectos negativos como: obstruir desagües y cursos de agua (con potenciales riesgos de inundaciones), contaminar los cuerpos de agua y los suelos, deteriorar el paisaje o convertirse en fuente de enfermedades potenciales a la población, entre otros (UN-HABITAT, 2010)”.
Hay que recordar que el suelo de la Península de Yucatán y en especial el de Quintana Roo, es calcáreo, susceptible a que los lixiviados de los tiraderos a cielo abierto lleguen a los depósitos de agua y a los ríos subterráneos que la mayor parte de ellos pasa por el territorio carrilloportense.
La propia Ley General para la Prevención y Gestión Integral de los Residuos (LGPGIR), tanto Federal como Estatal, prohíbe “verter residuos en la vía pública, predios baldíos, barrancas, cañadas, ductos de drenaje y alcantarillado, cableado eléctrico o telefónico, de gas; en cuerpos de agua; cavidades subterráneas; áreas naturales protegidas y zonas de conservación ecológica; zonas rurales y lugares no autorizados por la legislación aplicable.
Así como incinerar residuos a cielo abierto. Abrir nuevos tiraderos a cielo abierto. Además, debe prohibirse la disposición final de neumáticos en predios baldíos, barrancas, cañadas, ductos de drenaje y alcantarillado, en cuerpos de agua y cavidades subterráneas”.
Los habitantes del municipio y la región piden la intervención de las autoridades estatales y federales, de la Secretaría del Medio Ambiente y de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente, para que contribuyan a solucionar el problema que puede convertirse en una emergencia de salud pública. (Agencia SIM)
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