Itzel Chan
MÉRIDA, MX.- “Una herida en el sur” es un documental realizado por jóvenes que busca retratar el despojo y el extractivismo que provoca el Tren Maya en la Península de Yucatán.
En rueda de prensa fue anunciado que este largometraje se presentará el viernes 18 de octubre en el centro cultural local Chuburná a las 7:00 p.m. y Roberto Sánchez de Kanan Derechos Humanos expuso que de una u otra manera han hecho frente a megaproyectos como las granjas porcícolas y el Tren Maya, con acciones de litigio e incidencia internacional.
“Nos preocupa el estado de militarización en el territorio, el Tren Maya es administrado por la Sedena y los fondos recaudados son para la Sedena. La construcción del proyecto se hizo por parte del Ejército Mexicano y nos preocupa que, en un territorio con biodiversidad cultural, se use al ejército, con la justificación de que está para cuidarnos”, mencionó.
A pesar de más de 15 años de que habitantes de comunidades afectadas llevan denuncias por proyectos agroindustriales, desarrollos turísticos y otros, las autoridades federales y locales justifican que se trata de desarrollo.
“Ponen como ejemplo a Cancún, pero es una zona plagada de violencia y existe una descomposición social, cuando los pueblos son los dueños de la tierra”, añadió.
Roberto Sánchez destacó que el Tren Maya es un proyecto en el que está involucrada inversión de empresas chinas y europeas.
La periodista Mariana Beltrán, una de las que participó en el proceso de investigación junto con sus colegas Katia Rejón y Lilia Balam, describió que hay como sustento investigación periodística como parte del trabajo que hacían en zonas de Quintana Roo, Campeche y Yucatán.
“Por ejemplo en Escárcega existe un caso de una familia que vivió el asesinato de un familiar; hubo bloqueos carreteros y paros frente a las máquinas del tren. En Kimbilá hay casos de pobladores a los que les negaron la participación ejidal. Es un documental de libre acceso porque queremos que este material no se limite a ciertos espacios o festivales o plataformas”, comentó.
Para Maricarmen Sordo y Jairo Mukul de Pata de Perro Films, el trabajo nace de pensar y trabajar en el territorio porque es un tema que les atraviesa, ya que es notorio el cambio agresivo que provoca el Tren Maya.
“Yo viví la turistificación de primera mano. En este momento transmitir esta información se vuelve una pelea contra Goliat y con nuestros esfuerzos narramos esta historia”, mencionó Miguel Guillermo de SOS Cenotes.
Uno de los retos que tuvieron fue encontrar información sobre el proyecto porque hay información oculta bajo el argumento de seguridad nacional y no hallaron un listado de cenotes afectados y tampoco de especies.
Expusieron que es difícil sostener un proyecto sin presupuesto y tuvieron que invertir de sus bolsillos, a pesar de que contaron con el financiamiento del Centro por la Justicia y el Derecho Internacional (CEJIL), de alrededor de 400 mil pesos, pero hacer un largometraje en México tiene un costo mínimo de hasta 2 millones de pesos.
Se sintieron en riesgo en zonas como Candelaria en donde se identifica como zona de militares y narco, veían camionetas sin placas y por momentos sí los amedrentaron cuestionando qué hacían grabando en el territorio. En Campeche la Policía Estatal les amenazó con quitarles los vehículos. Las y los jóvenes esperan que no haya represalia por parte del Estado al exponer toda esta situación que se enfrenta en comunidades a causa del Tren Maya. (Noticaribe)