La Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) y Tren Maya, S.A. de C.V. contrataron un servicio de manejo de fauna para garantizar la ‘seguridad’ y ‘eficiencia’ del Tren Maya. Este incluye el ahuyentamiento, reubicación e incluso sacrificio de especies consideradas ‘peligrosas’, como el jaguar, el tapir y el venado.
Según información publicada por la reportera Alelhí Salgado en El Universal, la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) y Tren Maya, S.A. de C.V. han firmado un contrato con la empresa Susoma Soluciones Ambientales, S. de R.L. de C.V., para implementar un programa de manejo de lo que llaman ‘fauna nociva’ que permita garantizar la seguridad en las operaciones del Tren Maya. Entre las especies clasificadas como ‘peligrosas’ para el megaproyecto figuran animales en peligro de extinción, como el jaguar, el tapir y el venado.
De acuerdo con el contrato TM-CGRMSG-SVS-0200/204, publicado en El Universal, el servicio contratado incluye actividades de ahuyentamiento, captura, reubicación y, en casos extremos, el sacrificio de animales bajo la normativa NOM-033-SAG/ZOO-2014. Las acciones previstas incluyen métodos como pirotecnia, trampas, dardos tranquilizantes y redes, además de programas para reducir la atracción de fauna hacia las vías del tren mediante la creación de barreras naturales y reubicación de flora.
El costo total del contrato asciende a 9 millones 106 mil 290 pesos, con IVA incluido, y abarca los siete tramos del Tren Maya, desde Palenque, Chiapas, hasta Escárcega, Campeche. Como detalla El Universal, el acuerdo también exige a la empresa elaborar planes de contingencia por colisión con fauna, monitorear a las especies consideradas nocivas y ofrecer talleres de sensibilización para empleados y usuarios del tren.
La publicación subraya que, aunque el contrato prioriza el respeto a las especies según leyes nacionales e internacionales, como la Ley General de Vida Silvestre y la NOM-059-SEMARNAT-2010, las acciones buscan minimizar riesgos para la operatividad del tren y la seguridad de sus pasajeros. Esto incluye atender posibles impactos reputacionales y operativos derivados de la interacción con fauna en riesgo o doméstica. (Con información de El Universal)