Osiel Cárdenas Guillén, exlíder del Cártel del Golfo y fundador de Los Zetas, fue deportado por autoridades de Estados Unidos a México tras cumplir 14 años de una sentencia de 25 años en prisión. Será procesado en territorio mexicano por homicidio y uso ilegal de armas.

El capo, originario de Tamaulipas, fue una figura clave en el narcotráfico durante los años 90, consolidando el control del Cártel del Golfo en el noreste del país. Su captura en 2003 por el Ejército Mexicano marcó un hito en la lucha contra el crimen organizado. En 2007, fue extraditado a Estados Unidos, donde enfrentó cargos por tráfico de drogas, lavado de dinero y amenazas a agentes federales.

Cárdenas, quien ingresó a Estados Unidos en 1992, había sido condenado previamente por tráfico de drogas y obtuvo su libertad tras ser repatriado a México en 1993, donde retomó sus actividades ilícitas. Su historial criminal incluye delitos como la distribución de grandes cantidades de drogas, lavado de dinero y agresiones a funcionarios federales.

Ahora, tras su entrega en un puente fronterizo, enfrentará nuevas acusaciones en México. Su caso resalta la cooperación binacional en el combate al narcotráfico y la justicia transnacional. (Agencias)

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