La titular de la Secretaría de Gobernación, Rosa Icela Rodríguez, anunció la construcción de 25 centros de acogida en la región fronteriza norte para atender a posibles oleadas de migrantes mexicanos deportados desde Estados Unidos con la llegada del presidente electo, Donald Trump.

Las instalaciones, que tendrán capacidad para albergar hasta 2,500 personas cada una, forman parte de una estrategia impulsada por la presidenta Claudia Sheinbaum para garantizar un trato humano a los migrantes afectados por las políticas migratorias del republicano.

Coordinación con gobernadores fronterizos

Rodríguez sostuvo una reunión con los gobernadores de los estados fronterizos, incluyendo Samuel García (Nuevo León), Marina del Pilar Ávila (Baja California), Alfonso Durazo (Sonora), Américo Villarreal (Tamaulipas) y Manolo Jiménez (Coahuila). Durante el encuentro, subrayó la importancia de un trabajo coordinado en materia migratoria.

“Estamos priorizando el trato humano y el bienestar de los migrantes que atraviesan nuestro país”, afirmó Rodríguez.

Un escenario de tensión en la frontera

La transición hacia el gobierno de Trump ha generado incertidumbre en la frontera México-Estados Unidos. El republicano ha prometido deportar a más de 11 millones de migrantes indocumentados y endurecer las restricciones en la frontera sur de Estados Unidos, retomando medidas como la construcción del muro fronterizo.

En este contexto, Texas se perfila como el eje de las políticas migratorias de Trump. El gobernador republicano Greg Abbott ya colabora con el equipo de transición del presidente electo. En noviembre, Tom Homan, designado como “zar de la frontera” en la administración de Trump, visitó la ciudad texana de Eagle Pass para coordinar acciones con Abbott.

“Estamos trabajando en planes y preparaciones para garantizar que, cuando Trump asuma la Presidencia, haya un cambio en la forma en que se protege nuestra frontera y soberanía”, afirmó Abbott.

La respuesta de México

Ante la amenaza de deportaciones masivas, el gobierno mexicano busca fortalecer su capacidad de respuesta con infraestructura en la frontera norte. Los centros de acogida buscan brindar refugio temporal y atención básica a los migrantes deportados, mientras el país enfrenta los retos de las políticas migratorias más restrictivas del nuevo gobierno estadounidense. (Agencias)

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