CARACAS, VENEZUELA.- Nicolás Maduro ha asumido un tercer mandato presidencial en Venezuela, en medio de acusaciones de fraude electoral y un creciente aislamiento internacional por su falta de legitimidad, ya que nunca mostró las actas electorales que acreditaran su triunfo a como sí lo hizo el candidato opositor Edmundo González Urrutia, que también se planeaba asumiera de modo simbólico el cargo.
La comunidad internacional ha expresado su preocupación por la falta de transparencia en el proceso electoral. La Unión Europea ha impuesto sanciones a 15 altos funcionarios venezolanos, incluyendo a la presidenta del Tribunal Supremo, Caryslia Rodríguez, por proclamar a Maduro sin presentar pruebas concluyentes de su victoria.
A pesar de las críticas, Maduro ha contado con el respaldo de las fuerzas armadas y de los poderes del Estado. Durante la ceremonia de investidura, prometió un “período de paz” para el país.
La oposición, liderada por Edmundo González Urrutia, sostiene que los resultados electorales fueron manipulados y que González es el verdadero ganador de las elecciones. González ha sido reconocido como presidente electo por varios países, incluyendo a Estados Unidos, y ha expresado su intención de regresar a Venezuela para asumir la presidencia, a pesar de las amenazas de arresto.
La situación ha generado tensiones adicionales en el país, con protestas lideradas por figuras opositoras como María Corina Machado, quien recientemente fue detenida brevemente durante una manifestación.
En respuesta a las crecientes críticas, el gobierno venezolano ha cerrado temporalmente su frontera terrestre y espacio aéreo con Colombia, alegando una supuesta “conspiración internacional”.
La comunidad internacional sigue de cerca los acontecimientos en Venezuela, mientras el país enfrenta desafíos económicos y políticos significativos bajo el liderazgo de Maduro. (Agencias)
