El sector gaming vivió una de sus épocas más doradas en la década de los 90. Una etapa que sustentó los cimientos de un campo del entretenimiento que en estos momentos es líder mundial y que aun no ha encontrado su techo. A millones de personas se los viene a la mente, los videojuegos como el producto que marcan la pauta en el gaming. En cambio, otros productos como la ruleta online han recogido su testigo para convertirse en opciones de éxito a nivel global.

Esos videojuegos de los 90 marcaron el camino para llegar a ser lo que es hoy en día este sector de referencia. Esa década fue una de transición para la industria, un punto de inflexión en el que las consolas comenzaron a volverse más potentes y los gráficos empezaron a evolucionar de los 2D a los primeros 3D. Fue una época en la que muchos de los títulos más representativos de hoy en día comenzaron a ganar popularidad.

Uno de los grandes nombres que definió los 90 fue Super Mario 64. En 1996, Nintendo revolucionó los videojuegos con su salto al 3D. Este título no solo fue importante por sus gráficos, sino por cómo cambió la jugabilidad. Ofrecía una libertad y exploración que no se había visto antes, convirtiéndose en un referente para todos los juegos de plataformas en 3D que vendrían después. Además, el control de Mario, los entornos interactivos y el diseño de niveles, todo eso hizo que fuera mucho más que un simple juego, se convirtió en una experiencia.

Otro título que marcó un antes y un después fue La Leyenda de Zelda. Este juego, lanzado en 1998 para la Nintendo 64, es considerado por muchos como uno de los mejores videojuegos de todos los tiempos. La capacidad de combinar una historia épica, puzzles complejos, un mundo abierto y un sistema de combate con una narrativa tan sólida fue algo completamente nuevo.

Aparte de Nintendo, Sega jugó un papel fundamental en los 90, sobre todo con Sonic the Hedgehog. Sonic no solo se convirtió en la mascota de Sega, sino que también fue el principal rival de Mario en la carrera por el dominio de las consolas de 16 bits. Mientras que Mario era conocido por sus aventuras lentas, pero meticulosamente diseñadas, Sonic apostó por la velocidad, los saltos y un estilo de juego más frenético. En los años 90, la rivalidad entre Mario y Sonic era palpable, y los debates sobre cuál de los dos era mejor eran interminables entre los jugadores.

En el ámbito de los juegos de lucha, los 90 también fueron una década clave con Street Fighter II. Este título de Capcom no solo popularizó los juegos de lucha en arcades, sino que también creó una cultura de competencias entre amigos que fue el germen de lo que más tarde se convertiría en un fenómeno global con títulos como Tekken, Mortal Kombat y King of Fighters. Street Fighter II trajo algo que en ese entonces era muy innovador: la habilidad de jugar con diferentes personajes, cada uno con su propio estilo de lucha y movimientos especiales, lo que lo hacía altamente adictivo.

 

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