General Motors (GM) está evaluando trasladar parte de su producción de vehículos desde México y Canadá hacia Estados Unidos en respuesta a posibles aranceles que la administración del presidente Donald Trump podría imponer a estos países. Mary Barra, presidenta y directora ejecutiva de GM, señaló que la empresa dispone de capacidad productiva en Estados Unidos para asumir la fabricación de algunas camionetas que actualmente se producen en México y Canadá.
Barra también expresó su esperanza de que estos aranceles puedan evitarse, mencionando que la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, ha indicado que están en conversaciones para abordar temas como la inmigración y otras cuestiones relevantes. Además, destacó que las políticas de la administración Trump buscan fortalecer, no perjudicar, a fabricantes nacionales como GM.
En 2024, GM reportó un incremento del 9.1% en sus ventas, alcanzando 187,442 millones de dólares, consolidándose como líder en el sector automotriz estadounidense. Sin embargo, su beneficio neto atribuible disminuyó un 40.7%, situándose en 6,008 millones de dólares, debido a costos extraordinarios en su unidad de vehículos autónomos, Cruise, y en China. A pesar de estos desafíos, la empresa espera que sus beneficios operativos en 2025 se ubiquen entre 13,700 y 15,700 millones de dólares, siempre y cuando no se implementen aranceles a México y Canadá.
La posible imposición de aranceles del 25% por parte de la administración Trump a vehículos importados desde México y Canadá podría afectar significativamente a GM, ya que aproximadamente un tercio de sus ventas en Estados Unidos provienen de estos países. La empresa está tomando medidas para mitigar el impacto potencial, incluyendo la aceleración de importaciones y la planificación de un aumento en la producción de camionetas en Estados Unidos.
GM ha mantenido un diálogo proactivo con el Congreso y la administración Trump, enfatizando la importancia de un sector manufacturero sólido y el liderazgo estadounidense en tecnologías avanzadas. Barra confía en que, a través de estas conversaciones, se puedan implementar políticas y regulaciones que fortalezcan a los fabricantes nacionales sin causarles perjuicio. (Agencias)