El gobernador de Florida, Ron DeSantis, promulgó un amplio paquete de leyes migratorias destinadas a implementar la agenda de deportación masiva del presidente Donald Trump. Estas leyes incluyen la pena de muerte para inmigrantes indocumentados que cometan delitos graves, como asesinato en primer grado o violación de menores.
Además, se incrementan las penas para otros delitos y se asignan mayores recursos para la aplicación de las leyes de inmigración. Sin embargo, estas medidas podrían enfrentar desafíos legales debido a preocupaciones sobre su constitucionalidad.
La legislación también establece una Junta y un Consejo Estatal de Aplicación de la Inmigración para mejorar la coordinación con el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) y las fuerzas del orden locales. Este movimiento posiciona a Florida a la vanguardia de los estados conservadores que priorizan la aplicación de las leyes federales de inmigración.
Estas acciones reflejan un esfuerzo concertado por parte de los estados republicanos para endurecer las leyes contra los inmigrantes indocumentados, respaldando las políticas de deportación masiva de la administración Trump. Otros estados, como Alabama y Georgia, también están avanzando con proyectos de ley restrictivos en materia de inmigración. (Agencias)