CIUDAD DE MÉXICO.- El Secretario de Seguridad Pública, Omar García Harfuch, justificó la reciente entrega de 29 narcotraficantes a Estados Unidos, argumentando que existía el riesgo de que, si permanecían en México, algunos podrían ser liberados o sus procesos judiciales podrían prolongarse indefinidamente.

Esta acción, considerada sin precedentes, involucró a más de 3,500 elementos de seguridad y se llevó a cabo en respuesta a una solicitud del gobierno estadounidense, en el marco de la cooperación bilateral en materia de seguridad.

Entre los extraditados se encuentra Rafael Caro Quintero, fundador del Cártel de Guadalajara y responsable del asesinato del agente de la DEA Enrique “Kiki” Camarena en 1985.

La decisión de transferir a estos individuos se basó en consideraciones de seguridad nacional y en la necesidad de evitar posibles liberaciones por parte de jueces mexicanos o retrasos en los procesos judiciales.

El Procurador General de la República, Alejandro Gertz Manero, enfatizó que la medida se realizó conforme a las leyes de seguridad nacional y que se respetaron los derechos humanos de los implicados durante el operativo.

Esta acción coincide con negociaciones comerciales entre México y Estados Unidos, subrayando la importancia geopolítica de la cooperación en seguridad entre ambos países. (Agencias)

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