Por Itzel Chan

MÉRIDA, MX.- Las corridas de toros en México enfrentan uno de sus momentos más críticos, con un debate nacional sobre su posible prohibición. En la Ciudad de México, el Congreso capitalino se prepara para votar un dictamen que podría prohibir las corridas de toros, mientras que la presidenta Claudia Sheinbaum ha señalado que se debe evitar el maltrato animal en estos espectáculos. Aunque sugiere una modificación de la tauromaquia sin sangre ni muerte, esta propuesta ha sido rechazada por los defensores del toreo, quienes insisten en que cambiar su esencia equivaldría a distorsionar la tradición.

Este escenario cobra especial relevancia en Yucatán, donde hace apenas unas semanas se suspendió la temporada taurina 2024-2025 en la Plaza de Toros Mérida. La empresa Toros Yucatán, encargada de la organización, canceló la corrida que estaba programada para el domingo 18 de febrero, en la que participarían toreros españoles y mexicanos. Aunque no se explicó la razón de la cancelación, la empresa confirmó que con esta decisión la temporada quedó suspendida indefinidamente.

La cancelación de la temporada en Mérida podría ser una señal de que la tauromaquia enfrenta un futuro incierto en el estado. Si bien Yucatán ha sido históricamente un bastión del toreo en México, la creciente oposición de organizaciones defensoras de los derechos de los animales, así como los cambios en la percepción social, han puesto en jaque la continuidad de esta práctica.

Por otro lado, el posible precedente que dejaría la prohibición en la Ciudad de México genera inquietud entre los promotores del toreo en todo el país. La legislación que se vote en la capital podría replicarse en otros estados, impulsando iniciativas para prohibir las corridas de toros en otras entidades. Líderes del gremio taurino han expresado su preocupación por la falta de respaldo político hacia su industria, señalando que una prohibición definitiva afectaría no solo a los empresarios y toreros, sino también a miles de personas que dependen de la tauromaquia.

Si la tendencia actual se mantiene, Yucatán podría ser uno de los siguientes estados en tomar medidas definitivas contra la tauromaquia. Con la suspensión de su temporada y un debate nacional en curso, el panorama para la llamada “fiesta brava” en el estado parece cada vez más incierto. (Noticaribe)

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