Macondo se quedó corto: historias del periodismo en QRoo en tiempos del Borgismo | Por Gilberto Avilez Tax

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En lo mejor del Borgismo muchos periodistas críticos perdieron sus trabajos porque el dinosaurio era de escamas rencorosas y con poca epidermis para la crítica. El dinosaurio, cual aprendiz de sátrapa, se sintió la única voz autorizada para decir qué estaba bien y qué no en su reino del empalago diario. Macondo Quintana Roo se volvió en una voz monocorde, era el eco del dinosaurio que reía.

Para sobrevivir, algunos de estos periodistas críticos vendieron salchichas calientes. Dicen que uno de ellos se volvió un maestro en el difícil arte de freír cebollas y arrejuntar aderezos, le agarró tanto cariño al nuevo trabajo, que de rey del periodicazo, pasó a ser conocido como el rey de las salchichas calientes.

Perdieron sus trabajos o fueron amenazados, intervenidos sus celulares hasta en la intimidad de un motelito, se les cerraron puertas y ventanas de diarios vampirizados por el sátrapa, y a varios nadie les dio trabajo porque, a ojos del autoritarismo tropical, eran los apestados, los malditos, los que osaron alguna vez decir las cosas que pensaban suponiendo ingenuamente que Quintana Roo era una democracia extraña aunque dominada por un partido único y por un sátrapa que clonó revistas, encarceló a Pedro, e hizo de la calumnia, valido de sus diarios impresos, los sietemesinos de Chetumal y sus cubanos de Cancún, la forma predilecta para que el sátrapa sientiera la droga del poder.

Fueron pocos los que le dijeron no a las fiebres del Calígula, los demás, callaron.

¿No llamamos a esto como se debe, una burda dictadura? ¿Habrá alguien que quiera con sinceridad perpetuar el podridero?

El 80 % de los “periodistas” de QRoo, sino es que más, para no ejercer como se debe, se amoldaron al sistema vía “convenios”.

Hubo sus botafumeiros oficiales y sus sietemesinos periódicos de derecha e “izquierda” que han vivido como pequeños eunucos cuidando la verdad oficial del aprendiz de sátrapa tropical.

¿No llamamos a esto como se debe, dictadura? ¿Habrá alguien que quiera con sinceridad perpetuar el podridero?

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