MACARIO GOMEZ, TULUM.- Todavía no se concreta el proyecto del aeropuerto y los ejidatarios de esta comunidad ya empezaron a recibir los beneficios. A la zona le falta un programa de desarrollo que ordene el crecimiento, lo cual es aprovechado por los especuladores de tierras.
Pero la bonanza que se avecina, propicia que los ejidatarios cambien de actividades.
La gente de fuera, interesada en que el proyecto del aeropuerto se haga realidad, empieza a asentarse, o bien recurre a la compra de predios.
La renta para establecer negocios o venta de los predios es un una actividad en la que incursionan quienes fueron la generación que les antecedió, hombres de campo. Nazario Chan es uno de los ejidatarios de la localidad que renta su parcela a gente que ofrece varios servicios.
La productividad de las tierras nunca les produjo tantos beneficios como la rentabilidad en materia de bienes raíces.
La producción agrícola y ganadera fue mas bien una práctica de subsistencia, aunque varios Gobiernos, cuando formaban parte de Solidaridad, intentaron aplicar proyectos como el cultivo de hortalizas, o la industrialización de la miel, sin el éxito esperado.
Los lotes ubicados a orilla de la carretera estatal Tulum-Cobá, antes baldíos o con precarias viviendas, se transforman y convierten en locales para comercio, o algún servicio que requiera el turismo.
La oferta de lotes salta a la vista al transitar por la carretera estatal. Los predios está a la venta, ya sea directamente con el interesado, o bien a través de negocios de bienes raíces.
Hay incluso oferta de tierras que ofrecen como atractivo “cenote incluido”, para los desarrolladores.
En los últimos cinco años, el crecimiento de la actividad comercial va de la mano con la del turismo, aunque incipiente, que se lleva a cabo a través de los cenotes cercanos a esta comunidad, ubicada al paso de los turistas que visitan la zona arqueológica de Cobá.
La comunidad apenas cuenta con mil habitantes. Una delegación se construyó hace una década, y dispone de una escuela primaria, jardín de niños y una telesecundaria.
La cercanía con Tulum permite a los jóvenes llevar a cabo estudios de nivel medio superior; una unidad móvil lleva a la población los servicios de salud, de manera esporádica.
Un parque está a medio construir. La cancha de usos múltiples está deteriorada y hay un espacio baldío junto a estas canchas, empleado por los jóvenes como cancha de fútbol, con improvisadas porterías. (Fuente: Diario de Quintana Roo)