CHETUMAL, MX.- Además de las caídas en las ventas de restaurantes, el efecto “dominó” se ha dejado sentir en varios sectores comerciales como son los dedicados a la venta de carnes, insumos de cocina y bebidas embotelladas; sectores que registran entre un 30 al 60 por ciento a la baja en sus ganancias.
La contingencia de salud que se vive en todo el país a causa de la influenza humana no sólo ha golpeado al sector turístico, hotelero y restaurantero de la entidad, también ha causado un descenso significativo en la venta de los comercios dedicados a la venta y distribución de carne, condimentos, bebidas embotelladas y todo lo relacionado con el ramo de comidas, situación que además de afectar a los propietarios repercute en los salarios de los trabajadores y pese a que no se han dado despidos, se seguir la tendencia actual el panorama podría ser peor.
El presidente en la zona sur de la Cámara Nacional de la Industria Restaurantera y Alimentos Condimentados (Canirac), José Alcocer Bravo, señala que esta contingencia de salud, además de ocasionar una caída en las ventas de los restauranteros en más de un 60 por ciento, afecta a sus distribuidores porque al no haber “salida” de productos alimenticios, no es necesaria la adquisición de más insumos frenando la demanda de sus productos y por ende también la “entrada” de ganancias.
Como ejemplo del efecto “dominó” que registra en los sectores relacionados, informó que el gremio restaurantero representa un consumo del 85 por ciento del total de carnes en los diversos establecimientos dedicados a esta actividad, sean carnicerías o tiendas de autoservicio, afectando más la distribución de productos derivados del cerdo, esto por la creencia de muchas personas que este animal puede transmitir la gripe porcina.
Agregó que respecto a los productos del mar: pescados y mariscos, consumen poco más del 65 por ciento y como reflejo de la crisis actual y la contingencia de salud, la demanda del servicio por parte de los clientes ha sido poca, pero en la última semana se ha agudizado hasta casi llegar a las ventas nulas de algunos establecimientos, y por ende los proveedores de los restaurantes también resienten severamente esta situación.
Aunque en menor medida, el sector refresquero y cervecero también han sido afectados por la poca demanda de productos, situación similar se vive entre los productores de frutas, verduras, hortalizas y especias porque al no haber consumo de alimentos en los restaurantes por la población, tampoco hay necesidad de compra por parte de los restauranteros creándose así un “daño colateral”. (Fuente: El Periódico)
