PLAYA DEL CARMEN, MX.- Como parte de una investigación realizada por este medio, ayer se presentó la primera parte de un reportaje sobre el desempeño de la Dirección de protección contra riesgos sanitarios en lo relativo a las ambulancias. Hoy, se publica la segunda parte de este artículo, que tiene que ver con farmacias y hospitales.
Hace unas semanas se dio a conocer el decomiso de medicamentos apócrifos en cinco sucursales de la cadena de Farmacias Yza, en Yucatán, la cual opera en toda la península. Este no es el primer evento de este tipo que enfrentan estas farmacias, en 2007, la Procuraduría General de la República confiscó medicamentos, igualmente falsos, en Quintana Roo; se trató del fármaco conocido comercialmente como Viagra.
Ambos decomisos tienen un común denominador, fueron efectuados por dependencias federales luego de investigaciones o denuncias atendidas por las mismas, pues al parecer, en los estados no existe el interés o la capacidad de detectar irregularidades; la “flexibilidad” de los verificadores proporciona un amplio margen de maniobra a los establecimientos de todo tipo.
En Quintana Roo, de acuerdo a la respuesta dada a la solicitud de información 375-2009 no se ha detectado la venta irregular de medicamentos: “en el año 2007, 2008 y lo que va del 2009, las unidades de Protección contra Riesgos Sanitarios adscritos a cada municipio, no han detectado la venta irregular de fármacos del grupo II y III”.
En otra solicitud, en la que se pide: “decir si se han asegurado recetas de las farmacias en el 2007, 2008 y lo que va de 2009”, así como explicar “cuál fue el motivo del aseguramiento”; la respuesta por parte de los Servicios Estatales de Salud fue otra vez negativa: “no se ha aplicado ningún aseguramiento de recetas a farmacias en el 2007, 2008 y lo que va del 2009”.
Noticaribe recibió una denuncia en el sentido de que las farmacias Yza de Playa del Carmen expendían medicamentos controlados sin cumplir con los requisitos de ley, y que los propios encargados de las farmacias firmaban las recetas médicas que se surten “al instante” en los establecimientos Yza, pero, la Dirección de protección contra riesgos sanitarios, tampoco tiene ningún precedente de ello, pues a la pregunta específica de “si se han asegurado recetas de las farmacias YSA en el municipio de Solidaridad en el 2007, 2008 y lo que va de 2009”, la dependencia contestó que “una vez efectuada la revisión documental por parte de la unidad administrativa correspondiente, no se encontró ningún aseguramiento de receta como medida de seguridad a las farmacias YSA en el municipio de Solidaridad en el año 2007, 2008 y en lo que va de 2009.”
La denuncia recibida por este medio de comunicación señala directamente al doctor Javier Domínguez Guadarrama, quien es a la vez responsable de una sucursal Yza en Playa del Carmen, como uno de los médicos que entregan recetas “expres” de fármacos controlados, sin embargo, sobre este asunto, tampoco tiene conocimiento la Dirección de protección contra riesgos sanitarios, que contestó a la solicitud de información 499-2009: “no se le han asegurado recetas al médico Javier Domínguez Guadarrama en el año 2008 y lo que va del 2009”.
En los últimos años, la Dirección de protección contra riesgos sanitarios tampoco ha detectado ningún problema importante en las farmacias de Quintana Roo, ya que, según las verificaciones realizadas del 2007 a mayo del 2009, aproximadamente el 80 por ciento de estos establecimientos se registran “sin anomalías”, en tanto que el restante 20 por ciento sólo recibió una “amonestación con apercibimiento”, esto es, una indicación verbal sobre algún asunto menor, con una advertencia de cumplimiento.
En el 2007, de 630 verificaciones realizadas por la Dirección de protección contra riesgos sanitarios, 523 se reportan “sin anomalías”, y 107 con “amonestación con apercibimiento”. En 2008, de 685 inspeccionadas, 583 no presentan anomalías y a 130 se les impuso “amonestación con apercibimiento”. Y hasta mayo del 2009, de 243 farmacias visitadas, 173 cumplían, y sólo 70 se hicieron acreedoras a “amonestación con apercibimiento”.
Sobre este tema, José Ruiz, Jefe de Control Sanitario de la Dirección de protección contra riesgos sanitarios reconoció la falta de capacidad de las unidades municipales: “es un problema a nivel nacional: la falsificación, la clonación de recetas, y es difícil detectarlas para los verificadores de farmacias”. Aunque aseguró que “los verificadores tienen la obligación de ver cuántas recetas ha extendido un médico en un determinado periodo, y ese (podría ser) un foquito de alerta, (entonces) la obligación de la autoridad es (alertar) que algo está ocurriendo allá; se debe localizar al médico o boletinarlo”.
Y aunque las estadísticas reflejan un dudoso desempeño, que pareciera más cercano a prácticas ilegales por parte de los empleados de esa oficina y sus unidades municipales, Ruiz rechaza prácticas de corrupción: “somos sujetos de verificación del gobierno federal, ellos pueden venir, verificar un establecimiento, y ellos mismos lo cierran (…); estos giros no son del estado, y en cualquier momento pueden venir los de la Cofepris y cierran inmediatamente, ellos no se van tentar el corazón, de que yo voy a negociar contigo; ellos llegan a barrer con todos los establecimientos”; “el ejemplo fue Yucatán”, concluye.
El caso de las clínicas y hospitales es prácticamente el mismo que el de las farmacias. Ninguno ha tenido una irregularidad grave. Pero además, en dos años y medio, del 2007 a mediados del 2009, no todas las unidades municipales de la Dirección de protección contra riesgos sanitarios han realizado visitas de inspección, al menos no existen datos de ello.
Por ejemplo, En el 2007, la Dirección de protección contra riesgos sanitarios únicamente tiene datos de dos municipios: en Othón P. Blanco, de 30 hospitales y clínicas verificadas, 17 se encontraron sin anomalías, y 13 con anomalías que merecieron nada más “amonestación con apercibimiento”. En Benito Juárez, ese año sólo se inspeccionaron 3 establecimientos del sector salud, haciéndose acreedores los tres a “amonestación con apercibimiento”.
Para el 2008, las verificaciones efectuadas a hospitales y clínicas tuvieron los siguientes resultados: Othón P. Blanco, 22, siete sin anomalías y 15 con anomalías; Solidaridad, cinco, todas con “amonestación con apercibimiento”; Benito Juárez, tres, todas con “amonestación con apercibimiento”; Felipe Carrillo Puerto y José María Morelos, sólo reportaron una verificación, y en ambos casos resultaron con “amonestación con apercibimiento”.
Hasta mediados del 2009, las visitas registradas a nosocomios suman sólo siete: cuatro en Othón P. Blanco; tres en Felipe Carrillo Puerto, y una en Solidaridad, todas recibieron “amonestación con apercibimiento”.
Las estadísticas de la Dirección de protección contra riesgos sanitarios hacen evidente un problema: la inspección a clínicas y hospitales es prácticamente nula, o las inspecciones se realizan “extraoficialmente”, esto eso, no se reportan ni las visitas ni los resultados. Igualmente, la falta de aplicación de cualquier medida de apremio, más allá de una simple amonestación, resulta cuestionable. (Noticaribe/segunda parte)