CHETUMAL, MX.- En es­pe­ra de la li­be­ra­ción de una or­den de ca­teo, la Sub­de­le­ga­ción de la Pro­cu­ra­du­ría Ge­ne­ral de la Re­pú­bli­ca es­tá tras la pis­ta de las her­ma­nas Ja­net y Lu­cía Acos­ta Hues­ca, pro­pie­ta­rias de la ma­le­ta y la ca­mio­ne­ta en las que fue­ron ha­lla­dos 31 ki­los de co­caí­na, el pa­sa­do mar­tes, en la co­lo­nia Fo­visss­te III Eta­pa de es­ta ca­pi­tal, lue­go de en­con­trar tar­je­tas de pre­sen­ta­ción a nom­bre de la se­gun­da, en­tre los pa­que­tes de dro­ga.

Emiten alerta internacional para localizar a las hermanas Yanet y Lucia Acosta Huesca

CHETUMAL, MX- Luego que autoridades de la Procuraduría General de la República (PGR) y cuerpos de seguridad estatales lograran el decomiso de más de 30 kilos de cocaína en la capital, se emitió una alerta internacional para localizar a las hermanas Yanet y Lucia Acosta Huesca por su presunta relación con la droga que sería transportada hasta la ciudad de Cancún.
Se detalló que gracias a una llamada anónima recibida en la delegación de la PGR en el Estado, el Ministerio Público instruyó a los policías Federales para que localizaran una camioneta de reciente modelo de la marca Nissan, color blanco.
La denuncia precisaba que en ese vehículo sería trasladada droga a Cancún, y que sólo era cuestión de horas para que de la colonia Fovissste de Chetumal, partiera el cargamento.
Los efectivos localizaron un automotor con las características indicadas, en el exterior del domicilio marcado con el número 45, de la calle Rufo Figueroa en la mencionada.
En el interior de la camioneta modelo Nitro, se encontraban dos jóvenes del sexo femenino, a quienes se les invitó a bajarse para hacer una revisión de la misma.
Al inspeccionar el vehículo, placas de circulación UVY 7276 de Quintana Roo, los Federales Ministeriales descubrieron una maleta verde, en cuyo interior se alojaban 30 ladrillos de un kilogramo cada uno, con las características propias de la cocaína.
De acuerdo a estándares periciales, un kilo de cocaína es susceptible de siete cortes, por lo que la droga asegurada hubiese constituido 210 mil dosis del alcaloide.
En el lugar se detuvo a Giovanna Reyes Acosta y Tania Raquel Saucedo Flores, ambas de 18 años de edad, quienes junto con el estupefaciente, fueron puestas a disposición de la Representación Social Federal con sede en Chetumal, para que en las próximas horas se defina su situación jurídica.
Se estima que el monto de la droga asegurada es superior a los dos millones 700 mil pesos.
Elementos de la PGR revelaron la alerta internacional a los cuerpos de seguridad, principalmente de Belice, para evitar la fuga de las hermanas Acosta Huesca por la frontera de ese país, señaladas como las responsables propietarias de la maleta y el vehículo, en el que se halló la droga.
Se averiguó que Yanet Acosta Huesca está ligada sentimentalmente con Francisco Javier Cortés Fierro, ex líder de los internos del Centro de Readaptación Social de Chetumal, que fue liberado en el mes de febrero del año 2007, después de purgar una condena de 13 años por el delito de tráfico de drogas.
Mientras tanto más de medio centenar de elementos de Seguridad Pública estatal y de la PGR resguardan las viviendas 45 y 46 de la privada Rufo Figueroa de la colonia Fovissste III Etapa a la espera de una orden de cateo para ingresar y donde se presume se encuentran dos personas más relacionadas con estos hechos delictivos.
Las autoridades federales señalan a las hermanas prófugas (Yanet y Lucia) como “las nuevas reinas del narco” en el sur del Estado y que este negocio “familiar” se había extendido hasta la comunidad de Subteniente López, ya que se detectó que un establecimiento denominado mini súper “Carlita” ubicado en la Avenida México con número 154 pertenece a Yanet Acosta Huesca.
En esta tienda de abarrotes se distribuía droga al menudeo y servía como “bodega” de la droga que sería trasladada a la zona urbana de Chetumal para su reguardo en los domicilios asegurados. (Fuente: SIPSE/Novedades de Quintana Roo)

Otro pre­dio de la ca­lle Ru­fo Fi­gue­roa, don­de se en­con­tra­ron ve­hí­cu­lo y dro­ga, pe­ro con nú­me­ro 47, tam­bién per­te­ne­ce a Lu­cía Acos­ta Hues­ca, por lo que la vi­gi­lan­cia se am­plió pa­ra cu­brir am­bos in­mue­bles (45 y 47), en cu­yo in­te­rior pu­die­ra ha­ber gen­te, a juz­gar por rui­dos y una te­le­vi­sión en­cen­di­da.
Tras­cen­dió que es­tas mu­je­res cam­bia­ron va­rias ve­ces de re­si­den­cia, pues ha­bi­ta­ron en la vi­vien­da ubi­ca­da en la ca­lle Ve­nus­tia­no Ca­rran­za, nú­me­ro 231, y en el in­mue­ble mar­ca­do con el nú­me­ro 172, de la ca­lle Ru­fo Fi­gue­roa, ade­más de que se pre­su­me que son pro­pie­ta­rias de una ca­sa ubi­ca­da en la ca­lle Cór­ce­ga.
Los nom­bres de am­bas in­vo­lu­cra­das han si­do co­te­ja­dos en las ba­ses de in­for­ma­ción de Pla­ta­for­ma Mé­xi­co y en los ar­chi­vos pe­na­les de di­ver­sas cor­po­ra­cio­nes, pe­ro no cuen­tan con an­te­ce­den­tes, mul­tas o al­gún ti­po de san­ción por in­frin­gir al­gu­na Ley o nor­ma­ti­va.
Las in­da­ga­to­rias es­ta­ble­cen que las her­ma­nas so­lían de­cir que son ori­gi­na­rias de Ve­ra­cruz, pe­ro exis­te la sos­pe­cha de que na­cie­ron en Cam­pe­che o Ta­bas­co, lo que de­ri­vó en que agen­tes fe­de­ra­les con­tac­ta­ran a las au­to­ri­da­des de es­tas tres en­ti­da­des en bus­ca de más in­for­ma­ción so­bre las sos­pe­cho­sas.
Ve­ci­nos de la zo­na ex­pli­ca­ron que la ca­sa nú­me­ro 45 de la Pri­va­da Ru­fo Fi­gue­roa, don­de se ocul­ta­ron los dos jó­ve­nes que per­ma­ne­cían en la ca­mio­ne­ta de­co­mi­sa­da, era fre­cuen­ta­da por mu­cha­chos y adul­tos, quie­nes or­ga­ni­za­ban fies­tas pe­ro de ma­ne­ra dis­cre­ta, sin oca­sio­nar mo­les­tias y sin al­te­rar el or­den, pe­se a que mu­chas de las vi­si­tas lle­ga­ban du­ran­te la ma­dru­ga­da.
Acla­ra­ron que dos ado­les­cen­tes vi­vían en el in­mue­ble y so­lían des­car­gar con fre­cuen­cia ma­le­tas que pa­re­cían pe­sa­das, lo que lla­ma­ba po­de­ro­sa­men­te la aten­ción, e in­clu­so se ru­mo­ra­ba que es­tos bul­tos con­te­nían gran­des can­ti­da­des de es­tu­pe­fa­cien­tes.
Es­te do­mi­ci­lio tie­ne un cuar­to con ai­re acon­di­cio­na­do y ven­ta­nas po­la­ri­za­das, lo que im­pi­de ver ha­cia su in­te­rior, pe­ro el res­to de la ca­sa cuen­ta con ven­ta­nas tras­lú­ci­das y mue­bles mo­des­tos, sin ador­nos, ni cua­dros de­co­ra­ti­vos o es­pe­jos, por don­de se pu­do apre­ciar que en el re­ci­bi­dor se ha­lla una me­sa so­bre la cual hay cua­tro ro­llos de plás­ti­co, los cua­les se cree que sir­vie­ron pa­ra en­vol­ver los pa­que­tes de co­caí­na.
Los fe­de­ra­les tie­nen la sos­pe­cha de que los jó­ve­nes que des­cen­die­ron de la ca­mio­ne­ta y se en­ce­rra­ron en ese do­mi­ci­lio pu­die­ran en­con­trar­se en el cuar­to con ven­ta­nas po­la­ri­za­das, al igual que se cree que en la vi­vien­da nú­me­ro 47 hay gen­te, de­bi­do a que ayer se es­cu­cha­ron rui­dos, ade­más de que en la tar­de se pu­do apre­ciar un te­le­vi­sor en­cen­di­do.
Es ne­ce­sa­rio men­cio­nar que en el ga­ra­ge de es­ta úl­ti­ma ca­sa se en­cuen­tra un co­che Jet­ta, co­lor ro­jo, con pla­cas UVX 21-91 de Quin­ta­na Roo, el cual es­tá a nom­bre de Lu­cía Acos­ta.
So­bre es­te ca­so, el sub­se­cre­ta­rio de Se­gu­ri­dad Pú­bli­ca de Quin­ta­na Roo, Di­dier Fe­li­pe Váz­quez Mén­dez, ex­pli­có que su per­so­nal e in­te­gran­tes de la Agen­cia Fe­de­ral de In­ves­ti­ga­cio­nes man­tie­nen si­tia­das las vi­vien­das 45 y 47, ubi­ca­das en la ca­lle Pri­va­da Ru­fo Fi­gue­roa, de­bi­do a que es­tos in­mue­bles per­te­ne­cen a la pro­pie­ta­ria de la ca­mio­ne­ta en la que fue ha­lla­do el car­ga­men­to de dro­ga.
Agre­gó que has­ta el mo­men­to só­lo se ha lo­gra­do tur­nar a dos mu­je­res al agen­te del Mi­nis­te­rio Pú­bli­co del Fue­ro Co­mún, quie­nes es­tán en ca­li­dad de pre­sen­ta­das; sin em­bar­go, acla­ró que su si­tua­ción le­gal po­dría cam­biar con­for­me a la evo­lu­ción de las in­ves­ti­ga­cio­nes.
“Es­ta­mos en es­pe­ra de que un juez de Con­trol otor­gue una or­den de ca­teo pa­ra re­vi­sar las dos vi­vien­das, ya que exis­te la po­si­bi­li­dad de que en el lu­gar pu­die­ra ha­ber más dro­ga o que al­gu­nas per­so­nas se en­cuen­tren res­guar­da­das, pe­ro es­te trá­mi­te le­gal po­dría tar­dar has­ta 48 ho­ras”, aña­dió.
Se sa­be que las mu­je­res que es­tán a dis­po­si­ción del agen­te del Mi­nis­te­rio Pú­bli­co Fe­de­ral son Geo­va­na Re­yes Acos­ta, hi­ja de Lu­cía Acos­ta y An­to­nio Re­yes Ca­ba­ñas, mien­tras que Ta­nia Ra­quel Sau­ce­do Flo­res, de 21 años de edad, di­jo ser ami­ga de es­ta fa­mi­lia.
Con ba­se en los in­te­rro­ga­to­rios de las de­te­ni­das, se su­po que uno de los jó­ve­nes que tri­pu­la­ban la ca­mio­ne­ta con la dro­ga, es hi­jo de Ja­net Acos­ta, mien­tras que el otro es so­bri­no de es­ta fé­mi­na; al pa­re­cer su pa­dre es Víc­tor Hu­go Acos­ta y ha­bi­ta en un po­bla­do de la Ri­be­ra del Río Hon­do.
Es­te in­di­vi­duo no tie­ne an­te­ce­den­tes pe­na­les, pe­ro fue de­te­ni­do en me­ses pa­sa­dos por re­ñir con su es­po­sa, cu­yo nom­bre no fue re­ve­la­do.
Per­so­nal de la Sub­de­le­ga­ción de la Pro­cu­ra­du­ría Ge­ne­ral de la Re­pú­bli­ca, apo­ya­do por la Agen­cia Fe­de­ral de In­ves­ti­ga­cio­nes, lle­va­ron a ca­bo un ope­ra­ti­vo dis­cre­to y re­co­rrie­ron la vi­vien­das en las que su­pues­ta­men­te ha­bi­tó Ja­net, al igual que otros pre­dios que ha­brían al­qui­la­do tem­po­ral­men­te. Los re­sul­ta­dos de es­ta mo­vi­li­za­ción no han si­do di­vul­ga­dos a los me­dios de co­mu­ni­ca­ción.
El gra­do de pu­re­za de los la­dri­llos de dro­ga es ele­va­do, de acuer­do con los re­sul­ta­dos de los exá­me­nes rea­li­za­dos por un quí­mi­co par­ti­cu­lar, el cual tu­vo que pres­tar sus ser­vi­cios a la de­pen­den­cia fe­de­ral, de­bi­do a que el es­pe­cia­lis­ta que so­lía en­car­gar­se de es­ta ta­rea es­tá re­ci­bien­do un re­co­no­ci­mien­to en la Ciu­dad de Mé­xi­co. (Fuente: Diario de Quintana Roo)

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