Doble ejecución, por “ajustes” del narco

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CAN­CUN, MX.- Las in­ves­ti­ga­cio­nes de la Po­li­cía Ju­di­cial del Es­ta­do (PJE) en tor­no a la do­ble eje­cu­ción re­gis­tra­da ano­che, apun­ta ha­cia un ajus­te de cuen­tas del nar­co­trá­fi­co, de­bi­do a que uno de los aho­ra oc­ci­sos, Ru­bén Da­río Fuen­tes To­len­ti­no, te­nía an­te­ce­den­tes de ha­ber par­ti­ci­pa­do en el tras­la­do de 116 ki­los de ma­ri­gua­na en el Es­ta­do de Ta­bas­co.

Trabajaban ejecutados como empleados de seguridad privada

Como empleados de la empresa de seguridad privada Sistema de Protección Canina Internacional S. A de C. V., fueron identificados Alejandro Arévalo Torres y Rubén Darío Fuentes Tolentino, asesinados a balazos la noche de este jueves, pero en el caso de Tolentino en el año 2000 fue detenido por la posesión de más de 100 kilos de marihuana.
Hasta el momento se desconoce el móvil de la doble ejecución y no hay detenidos por el sangriento crimen, sólo se sabe que el responsable es una persona alta y de complexión delgada, el cual salió corriendo del billar “El Marqués”.
En tanto, familiares de Alejandro Arévalo Torres se presentaron la mañana de este viernes a las instalaciones de la Procuraduría de Justicia a reclamar el cuerpo.
Asimismo, se dio a conocer que ambos sujetos trabajaban para la empresa ya mencionada y trascendió que Rubén Darío Fuentes Tolentino también era conocido por dedicarse a la venta y distribución de drogas, delito por el cual ya había enfrentado un proceso penal en el pasado año 2000, luego de que fuera detenido con 116 kilogramos de marihuana en el Estado de Tabasco.
Sobre los hechos, el director de la Policía Judicial del Estado (PJE), Julio César Moreno Orendáin, explicó que personal a su cargo se encuentra tras la pista del homicida y hasta el momento han entrevistado al menos cinco probables testigos.
“La policía está haciendo las investigaciones con los testigos presénciales, pero hasta ahorita no hemos tenido una identidad completa del o los presuntos. También se está tratando de investigar a los presuntos testigos que pudieran haber visto algo”, dijo el funcionario.
Con relación al solitario asesino, las autoridades judiciales únicamente cuentan con algunas características físicas de él, ya que en el lugar de los hechos únicamente les señalaron que se trataba de un hombre alto de complexión delgada.
En tanto, cuestionado sobre si la doble ejecución está relacionada con el crimen organizado, Moreno Orendain respondió que es muy prematuro fijar el posible móvil de la doble ejecución, pues apenas comienzan las investigaciones.
“Todavía no puedo precisar esa situación, se está llevando a cabo la investigación y estamos tratando de ver esos antecedentes, para ver si podría llegar a ser ese uno de los móviles del crimen”, dijo.
Finalmente, el director de la PJE comentó que Rubén Darío Fuentes Torentino contaba con antecedentes penales; sin embargo, no especificó de qué tipo, esto pese a que se sabe que el ahora occiso fue detenido el pasado 12 de septiembre del año 2000 en el Estado de Tabasco.
En aquella ocasión, Fuentes Torentino fue capturado por elementos de la Policía Federal Preventiva (PFP) cuando circulaban a bordo de un automóvil tipo Tsuru, sobre el tramo carretero Cárdenas-Villahermosa.
El ahora occiso estaba acompañado por dos sujetos más, tratándose de Alfredo Jacinto López y Sergio Hernández Cruz.
El trío de individuos transportaba en la cajuela del auto un total de 116 kilogramos de marihuana, hecho que provocó su detención.
Come se recordará, Rubén Darío Fuentes Torentino fue ejecutado la noche del pasado jueves junto con Alejandro Arévalo Torres.
Según versión de testigos, alrededor de las 19:30 horas ambos llegaron corriendo a la terraza del billar mencionado, ubicado sobre avenida Del Sol esquina con avenida Andrés Quintana Roo en la Supermanzana 44.
Sin embargo, fueron alcanzados por un sujeto que disparó en contra de ellos.
Arévalo Torres recibió un disparo en la cabeza a la altura de la oreja izquierda. Su cuerpo quedó tirado en un charco de sangre junto a mesas y sillas que cayeron en el interior del billar cuando fue baleado.
En tanto, Rubén Darío Fuentes recibió dos disparos, uno de ellos en el antebrazo derecho y el segundo en el tórax derecho, que le ocasionaron la muerte.
A las afueras del lugar quedó estacionada una camioneta de lujo, de la marca Mazda, sin placas de circulación. (Fuente: Por Esto! de Quintana Roo)

Sin em­bar­go, los agen­tes ju­di­cia­les no han po­di­do ob­te­ner ma­yor in­for­ma­ción so­bre las ca­rac­te­rís­ti­cas del si­ca­rio que rea­li­zó los dis­pa­ros en el bi­llar “El Mar­qués” la no­che de ayer, por el te­mor que tie­nen los tes­ti­gos de ter­mi­nar co­mo la mu­jer que fue de­ca­pi­ta­da re­cien­te­men­te por ha­ber de­cla­ra­do con­tra un pre­sun­to nar­co­tra­fi­can­te.
La ma­yo­ría de los tes­ti­gos que han si­do en­tre­vis­ta­dos por ele­men­tos de la PJE, ma­ni­fes­ta­ron que úni­ca­men­te es­cu­cha­ron los dis­pa­ros y al vol­tear su mi­ra­da ha­cia don­de pro­ve­nían es­tos, vie­ron co­rrer a un su­je­to del­ga­do y al­to, sin no­tar sus ras­gos fí­si­cos.
“Los tes­ti­gos no re­fie­ren co­mo fue­ron los he­chos, sim­ple­men­te ha­blan de una so­la per­so­na que vie­ron des­pués de los im­pac­tos. No vie­ron en el mo­men­to en que se ha­ya efec­tua­do el cri­men con es­tas per­so­nas. Lo úni­co que oye­ron, es­cu­cha­ron los dis­pa­ros. Na­da más vie­ron a una per­so­na del­ga­da y al­ta que pos­te­rior­men­te sa­lió co­rrien­do del lu­gar”, in­for­mó el di­rec­tor ge­ne­ral de la PJE, Ju­lio Cé­sar Mo­re­no Oren­dain.
“La po­li­cía es­tá ha­cien­do las in­ves­ti­ga­cio­nes con los tes­ti­gos pre­sen­cia­les, con los cua­les has­ta aho­ra no he­mos te­ni­do una iden­ti­dad com­ple­ta de los pre­sun­tos, se es­tá tra­tan­do de en­tre­vis­tar a to­dos los po­si­bles tes­ti­gos que pu­die­ran ha­ber vis­to es­te even­to en la no­che”, agre­gó.
So­bre el avan­ce de las in­ves­ti­ga­cio­nes, Mo­re­no Oren­dain in­for­mó que los aho­ra oc­ci­sos, Ale­jan­dro Aré­va­lo To­rres y Ru­bén Da­río Fuen­tes To­len­ti­no la­bo­ra­ban en una em­pre­sa de se­gu­ri­dad pri­va­da.
Cues­tio­na­do so­bre el an­te­ce­den­te que te­nía Fuen­tes To­len­ti­no de trans­por­tar ma­ri­gua­na en el Es­ta­do de Ta­bas­co, el di­rec­tor de la PJE ma­ni­fes­tó: “To­da­vía no pue­do pre­ci­sar esa si­tua­ción. Se es­tá lle­van­do a ca­bo la in­ves­ti­ga­ción. Es­ta­mos tra­tan­do de ver esos an­te­ce­den­tes, pa­ra ver si pu­die­ra ser uno de los mó­vi­les del ho­mi­ci­dio, pe­ro to­da­vía no pue­do pre­ci­sar que sea por esa si­tua­ción”.
Co­mo par­te de esos an­te­ce­den­tes cri­mi­na­les, Fuen­tes To­len­ti­no fue de­te­ni­do el 12 de sep­tiem­bre del año 2000, cuan­do trans­por­ta­ba 116 ki­los de ma­ri­gua­na en la ca­jue­la de un au­to­mó­vil, en un via­je de Oa­xa­ca a Vi­lla­her­mo­sa, Ta­bas­co.
En tan­to, los fa­mi­lia­res de Aré­va­lo To­rres acu­die­ron la ma­ña­na de es­te vier­nes an­te el Mi­nis­te­rio Pú­bli­co pa­ra so­li­ci­tar la en­tre­ga del ca­dá­ver, sin pro­por­cio­nar ma­yor in­for­ma­ción so­bre las ac­ti­vi­da­des que rea­li­za­ba.
Fuen­tes ex­trao­fi­cia­les re­ve­la­ron que los aho­ra oc­ci­sos tra­ba­ja­ban en la em­pre­sa Sis­te­mas de Pro­tec­ción Ca­ni­na In­ter­na­cio­nal. (Fuente: Diario de Quintana Roo)

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