CANCÚN, MX.- En un dramático caso de maltrato a la mujer, una madre de familia permaneció dos años encerrada en su humilde vivienda, en una zona irregular de la Región 211, donde su esposo no permitía que nadie la ayudara y prácticamente la estaba matando de hambre.
La agraviada, Guadalupe Valenzuela López, de 38 años de edad, fue rescatada la mañana de hoy por varias de sus amigas. La mujer tiene la piel pegada al hueso, por un grave cuadro de desnutrición, anemia y otras enfermedades que la dejaron postrada en una cama.
De hecho, Guadalupe Valenzuela fue cargada por una de sus amigas y llevada ante la Agencia del Ministerio Público Especializada para la Atención de la Mujer, donde se inició una averiguación previa por el delito de violencia intrafamiliar.
Este caso fue revelado por varias mujeres que vieron que la situación se agravaba aún más y que sabían que la agraviada pedía que la sacaran de su domicilio, porque no quería morir ahí, sino que deseaba ser llevada a Tenosique, Tabasco, para que sus familiares cuidaran de sus tres hijos, de cuatro, cinco y siete años de edad, quienes también presentan signos de desatención.
Debido a su estado de gravedad, el personal de la Subprocuraduría de Justicia solicitó la presencia de paramédicos de la Cruz Roja, quienes trasladaron a Guadalupe Valenzuela al Hospital General.
La mujer era de complexión robusta hace dos años, pero ahora su piel está prácticamente pegada al hueso, sin fuerzas para ponerse en pie y con los ojos hundidos.
El sujeto que la dejó caer en esas condiciones fue identificado como Antonio López Medrano, de oficio mecánico, quien no le daba dinero para comer y lo poco que tenía era para la alimentación de sus tres hijos, de cuatro, cinco y siete años.
Los primeros informes señalaron que Guadalupe Valenzuela cayó enferma hace dos años y que desde entonces su salud fue deteriorándose, porque su esposo no la dejaba salir de la vivienda, ya que la tenía amenazada.
Antonio López fue señalado como un sujeto con un carácter sumamente violento e incluso maltrataba a sus tres hijos.
La fémina finalmente recibió la ayuda de varias mujeres que sabían de su situación precaria y de extrema pobreza, y ahora está internada en el Hospital General, mientras que sus tres hijos menores quedaron al cuidado de una de las hermanas de la agraviada. (Fuente: Diario de Quintana Roo)