CHETUMAL, MX.- Toda una red de corrupción fue destapada con la captura de tres traficantes de mercancía en los primeros minutos del martes entre los que se encuentran policías fronterizos, estatales, federales y de la Aduana Marítima y Fronteriza de Subteniente López, quienes recibieron jugosa cantidad de dinero para hacerse de la “vista gorda” con un autobús que llevaba productos valuados en más de dos millones de pesos, informó una fuente policial.
Indicó que de igual manera, los detenidos trataron de sobornar a los agentes que los detuvieron ofreciéndoles 200 mil pesos.
La medianoche del martes pasado, policías estatales detuvieron a Deisy Hernández Ramírez, de 24 y Cristina Aguilar Córdova, de 27, luego de que fueran sorprendidas en poder de mercancía adquirida en la zona libre de Belice, la cual transportaban en un camión color blanco, con placas 879 RJ-6 del Servicio Público Federal, conducido por Roberto Villegas Jiménez, de 58 años, quien también fue asegurado.
Derivado de esta detención, se logró averiguar que las mujeres ofrecieron cantidades importantes de dinero a policías fronterizos, de la Policía Federal Preventiva (PFP), aduaneros e incluso a los agentes de la Policía Estatal establecidos en el puesto de control carretero, que se encuentra de manera permanentemente en la entrada y salida de Chetumal.
Argumentos
A los agentes que llevaron a cabo el aseguramiento, les ofrecieron 200 mil pesos para no ser puestas a disposición de las autoridades federales, con la escusa de que si todos los anteriores ya aceptaron, ellos no deberían ponerse “difíciles”, según versiones de la fuente.
De igual manera solicitaron, a cambio de dinero, dejar mercancía en la maleza, con el fin de que la sanción que reciban por parte de las autoridades no sea tan elevada, ya que el camión se encontraba repleto, a tal grado que no tenía asientos para los pasajeros.
Hasta el momento, las dos mujeres y el chofer detenidos, todos originarios de Tabasco, destino que tenía la mercancía, se encuentran a disposición del Ministerio Público de la Federación, y será en las próximas horas cuando se defina su situación legal.
La fuente dijo que con el fin de no ser detenidos y corromper a las autoridades, los “fayuqueros” se organizan de tal manera que reparten grandes cantidades de dinero a quienes se encuentran establecidos en las garitas y puestos de control, y en caso de no ser aceptada la oferta, buscan caminos alternativos para llegar a su destino.
En el caso del autobús confiscado en las inmediaciones de la garita aduanal de Caobas, contaba con una avanzada de dos vehículos, un Chevy del cual no se dio más detalles y en donde se transportaban las mujeres detenidas y una camioneta Windstar de igual manera tripulada por dos féminas.
Ambas unidades se desplazaban siempre delante de la pesada unidad, con el fin de “negociar” el paso de los artículos con las autoridades, así como buscar posibles rutas de salida, y de esta manera evadir el patrullaje de las diferentes corporaciones que pudieran atravesarse en su camino.
Para tal fin, el autobús siempre se quedaba estacionado en alguna zona, en espera de la “luz verde” para seguir su viaje, ya sea por la carretera o alguna brecha previamente estudiada.
Sin embargo esa noche, no contaban con que dos patrullas de la Policía Estatal Preventiva, acudieron a verificar un incendio en la sabana cerca de la comunidad de Nuevo Becar y que al retornar a su base en Nicolás Bravo vieron el autobús estacionado, por lo que se acercaron para conocer si requerían algún auxilio, aunque al final resultaron detenidos por evasión de impuestos, al introducir más de dos millones de pesos en mercancía diversa sin pagar los impuestos correspondientes. (Fuente: El Periódico)