CHETUMAL, MX.- Trágica muerte sufrió el taxista José Gabriel Cerecero de la Paz, de aproximadamente 45 años de edad, al ser atacado por dos ladrones, que bajo los efectos de alguna droga lo hirieron con una navaja a la altura del cuello y costado derecho para robarle 250 pesos, el auto estéreo y un gato hidráulico. El cuerpo del infortunado sujeto fue abandonado cerca del poblado de Raudales, y el automóvil de alquiler en Calderitas. Policías estatales lograron la detención de los dos presuntos homicidas.
Todo se originó cuando policías estatales realizaban su recorrido en la carretera Calderitas-Luis Echeverría, pero al pasar por el cárcamo de agua potable, a escasos metros de la glorieta, observaron estacionado un taxi Nissan Tsuru con número económico y placas 79-43-TNB, en una pequeña brecha, entre el monte.
Al revisar la unidad observaron manchas de sangre en los asientos, además de que le faltaba el auto estéreo, por lo que dieron parte a la Policía Judicial del Estado para iniciar las indagatorias correspondientes.
De esta manera policías estatales y judiciales iniciaron un operativo por el poblado de Calderitas, y un par de horas más tarde lograron ubicar en la calle Oaxaca, en el poblado de Calderitas, a un sujeto que caminaba presuroso, portando una mochila negra, playera blanca y bermudas de mezclilla color negro, que al notar la presencia de los uniformados adoptó una actitud sospechosa.
Al cuestionar a este sujeto, Ulises Israel Osorio Moreno, de 20 años de edad, sobre la ubicación del taxista del automóvil de alquiler 043, tartamudeando dijo no saber a lo que se referían los uniformados. Sin embargo, al voltearlo para esposarlo los policías estatales se percataron de que la parte baja de su playera estaba manchada de sangre, al igual que el cierre de la mochila.
Dentro de la mochila negra fue encontrado el autoestéreo del taxi, así como el gato hidráulico, lo que hundió aún más al delincuente, quien fue llevado a la gasolinera “Kohunlich” situado en Calzada Veracruz con Cedro, donde se entrevistaron con un supervisor del SUCHAA.
El supervisor fue informado de lo ocurrido, asegurando que el detenido y un hombre que vestía camisa color café eran los pasajeros del conductor del taxi, José Gabriel Cerecero de la Paz, quien pasó a notificarle que regresaría enseguida, ya que llevaría a los dos sujetos al poblado de Raudales.
Ante estas acusaciones, Osorio Moreno terminó por confesar lo ocurrido, señalando que solicitaron el servicio al occiso para que los llevara a Raudales, en compañía de Alfonso Rodríguez Olán, para llevar a cabo su plan de asaltar al taxista.
Pero aproximadamente tres kilómetros antes de llegar al poblado de Raudales, Osorio Moreno le puso una navaja al cuello de Cerecero de la Paz, indicándole que trataba de un asalto, y que detuviera su marcha o de lo contrario lo matarían.
Debido a que el taxista opuso resistencia, lo lesionó a la altura de las costillas del costado derecho, provocándole una herida cortante de aproximadamente 15 centímetros y de profundad considerable, “teniendo dentro la navaja se la moví en varias ocasiones”, dijo.
El taxista comenzó a gritar por lo que le cortaron la yugular, que a la postre le causó la muerte por shock hipovolémico y asfixia. Los delincuentes lograron despojarlo de 250 pesos, del auto estéreo y un gato hidráulico.
En ese mismo lugar, bajaron el cuerpo del infortunado y lo arrastraron por un camino sinuoso, abandonándolo entre la maleza para regresar a Calderitas en el taxi, mismo que abandonaron a un costado del cárcamo de agua potable.
Personal de la Dirección de Servicios Periciales, del Ministerio Público del Fuero Común y agentes de la Policía Judicial del Estado con base en Calderitas, acudieron al lugar de los hechos, y tras las diligencias ordenaron el levantamiento del cuerpo de José Gabriel Cerecero de la Paz, de 45 años.
Cabe hacer mención que la detención de los presuntos homicidas fue llevado a cabo por policía estatales por separado, primero Ulises Israel Osorio Moreno y posteriormente Alfonso Rodríguez Olán.
Martha Teresa Medina Lozano, directora de Averiguaciones Previas, dijo que el representante social que lleva el caso inició la averiguación previa correspondiente por el delito de homicidio calificado en contra de los dos detenidos, quienes podrían pasar varios años tras las rejas.
También comentó que María Isela González Cahuich reconoció el cuerpo de su esposo, informando que tenía su domicilio en la calle Martinica con Chetumal, en el fraccionamiento capitalino Caribe. (Fuente: Diario de Quintana Roo)